La entrega de armamento a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por parte de la población, dentro de la campaña de canje, mejor conocida como despistolización, disminuyó 65% con respecto al inicio de la presente administración, puesto que en 2013 la gente dio al Ejército 31 mil 506 artículos, y en 2016 la cifra descendió a sólo 11 mil 17 piezas.
En respuesta a las solicitudes de información obtenidas vía ley de transparencia por EL UNIVERSAL, la Sedena detalló que de las 86 mil 461 armas que obtuvieron desde el 1 de diciembre de 2012 a mayo de 2017, por medio del programa de Canje de Armas se entregaron 58 mil 703 pistolas y 27 mil 758 rifles y escopetas.
El programa de canje de armas, que inició en 2001 a nivel nacional, tiene el propósito de promover entre la población la entrega voluntaria de armas de fuego, granadas y municiones, a cambio de incentivos económicos o artículos de uso doméstico, con lo que se busca disminuir los “actos trágicos y violentos dentro del núcleo familiar o comunitario”, describe la Sedena.
Se consideran armas cortas todas aquellas que su cañón no sobrepasa los 30 centímetros y puede ser disparada con una mano y sin apoyo alguno, mientras que las largas son aquellas con el cañón arriba de los 30 centímetros y que se necesita contar con un apoyo, ya sea material o parte del cuerpo para que pueda ser empleada.
Año por año
Las estadísticas del Ejército detallan que en 2013, un total de 31 mil 506 armas fueron entregadas, cifra que en 2014 disminuyó a 24 mil 466, es decir, 7 mil 40 menos.
En 2015 se muestra el mayor descenso de canje de armas, puesto que ese año sólo se entregaron 15 mil 813, cifra que representó una baja de 8 mil 653 con respecto al año anterior.
De nueva cuenta en 2016 la cifra cayó a 11 mil 17 armas, resultado del canje de 6 mil 555 pistolas y 4 mil 462 armas largas, detallan los registros de la Sedena.
En lo que va de este año, la población mexicana sólo ha entregado en donación un total de 2 mil 13 armas a la Sedena.
Variación de entidades
La Secretaría detalló que los habitantes de la Ciudad de México son quienes más han entregado armas al Ejército debido a que en cinco años, los capitalinos canjearon 24 mil 180, seguido del Estado de México, con 13 mil 211, y Sinaloa, con 6 mil 89. Las primeras dos entidades son las que tienen un mayor porcentaje de canje en estos cinco años respecto al resto de los estados.
La entidades que menos armas han entregado en el actual sexenio son: Quintana Roo con sólo 89, Campeche con 190 y Baja California Sur con 199.
En la solicitud de transparencia, la Defensa Nacional indicó que no tiene injerencia en la entrega de los artículos o beneficios que se obsequian por arma entregada, puesto que esa labor se hace en conjunto con los gobiernos estatales, municipales y en con la iniciativa privada.
En el primer reporte correspondiente a diciembre de 2012, la Sedena sólo tiene registro de que en Sonora, Chihuahua y la Ciudad de México, se entregaron armas. En total mil 64
Crimen e inseguridad
Para especialistas en temas de seguridad nacional, los índices de criminalidad y de falta de políticas efectivas de seguridad, son los motivos principales por los que la población ha disminuido la entrega de armas al Ejército en los últimos años.
En entrevista con El Gran Diario de México, Pablo Monzalvo Pérez, académico de la Universidad Iberoamericana, aseguró que el temor de la gente ante el avance de la delincuencia organizada y la falta de respuesta de las autoridades impide que las armas que se tienen en el hogar sean entregadas al Ejército y se conserven para defensa personal, de la familia y el patrimonio.
“Evidentemente que es el temor de la gente ante el aumento y la falta de control de la delincuencia organizada, lo que hace que las personas piensen en defenderse por su propia mano y por eso no entregan o cambian las armas.
“Otro de los motivos es la falta de respuesta de los organismos de seguridad pública que tienen a su cargo quienes se echan la pelota, en que si los grupos responsables de seguridad deben de ser federales, estatales o municipales”, dijo.
El académico señaló que ejemplo de esta falta de control en el tema de seguridad hace que se organicen grupos de autodefensa, quienes utilizan las armas que tienen en su poder para defenderse de grupos criminales en diversas zonas del país.
“La gente se siente desmoralizada e insegura, motivos por lo que la intención de entregar sus armas disminuye”, comentó.
Gerardo de la Cruz Tovar, académico y especialista de seguridad de la Universidad Panamericana, opinó que el bajo índice de canje de armas por incentivos materiales se presenta en un contexto nacional en donde se difunden comentarios en redes social y en medios de comunicación que informan sobre la colocación de mantas que amenazan con linchar a aquellas personas que sean sorprendidas robando casas o asaltando a personas, lo que ha originado la aparición de los llamados “justicieros”.
“La gente no quiere soltar sus armas y no tiene la intención de quedarse sin cierta protección para su casa o persona, particularmente ahora que se da este clima de linchamiento y de la existencia de ‘justicieros’. Las personas están decididas a autoprotegerse y para eso es que deciden conservar sus armas”, comentó.
De la Cruz aseguró que la mejor estrategia de campaña que puede hacer el Estado para que la población entregue más armas, es crear un clima de confianza y seguridad, debido a que mientras la gente tenga miedo de ser asaltada o dañada físicamente por la delincuencia, no se incrementarán los índices de canje de armas en el país.
“En diciembre de 2016, los reportes nos revelaban que en México se tiene una percepción de inseguridad de 74%, es decir, entre siete y ocho de cada 10 mexicanos se siente inseguros. Esto nos refleja que la gente trata protegerse cada vez más. No sería raro que quien tiene un arma en vez de decidir entregarla a canje por un electrodoméstico opte por quedarse con ella porque puede llegar un momento en que la vaya a necesitar”, dijo.