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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Matamoros, una cárcel de la capital guatemalteca instalada en un viejo cuartel militar y que alberga a 26 oscuros personajes de ambos sexos de la corrupción política, el narcotráfico y otras modalidades del crimen organizado, es desde ayer en la madrugada la primera escala entre rejas en la vida de Javier Duarte de Ochoa, el ex gobernador de Veracruz capturado antenoche en un hotel de una de las principales zonas turísticas del suroccidente de este país.
En un espacio de una fortaleza castrense ubicada en el barrio Matamoros, en la Zona 1 y en el norte de esta ciudad, en la que operan la Guardia Presidencial y aparatos de la inteligencia militar de Guatemala, funciona el centro de detención para hombres y mujeres, que desde hace varios años se convirtió en un reducto exclusivo para importantes figuras a las que se evita mezclar con la delincuencia común.
Por ese centro en el que Duarte está preso desde ayer aproximadamente a las 02:30 horas (03:30 tiempo del centro de México) pasó una temporada Otto Pérez Molina, el ex presidente guatemalteco que debió dimitir a su cargo en septiembre de 2015 por uno de los más graves escándalos de corrupción que han golpeado a Guatemala.
Una fuente de alto rango del Ministerio de Gobernación de Guatemala dijo a EL UNIVERSAL, bajo condición de anonimato: “En Matamoros hay privados de libertad con perfiles políticos y también supuestos narcos”.
Un ejemplo del rango que ocupa Matamoros en el contexto militar, judicial y carcelario guatemalteco es que un hijo y un hermano del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, estuvieron presos en ese lugar a principios de este año.
Como parte de una misma causa en otro escándalo político por la presunta sustracción de dinero de una dependencia estatal, José Manuel Morales Marroquín, hijo del mandatario, estuvo detenido por fraude, mientras que Samuel Everardo Morales Cabrera, su hermano, cayó preso por fraude y lavado de capitales.
Con capacidad para 30 detenidos, Matamoros tiene actualmente 27, incluido Duarte. Un soldado guatemalteco que salió ayer en la tarde de esa base castrense a comprar gaseosas, agua y galletas a la Tienda Matamoros durante un recorrido de EL UNIVERSAL por las afueras del cuartel contó que en esa cárcel hubo “mucho movimiento” desde la madrugada.
“Bueno… allí casi siempre hay mucho movimiento”, añadió, en una aparente alusión a la colección de personajes que permanecen en esa inexpugnable y celosamente custodiada fortificación militar.
Duarte, en fuga desde octubre de 2016 como presunto responsable de un multimillonario desfalco a las arcas del estado de Veracruz, fue detenido antenoche cerca de las 20:00 horas locales en el Hotel La Riviera de Atitlán, en la localidad de Panajachel del suroccidental departamento de Sololá, en un operativo ejecutado por autoridades judiciales y policiales de Guatemala y de México, en coordinación con la Policía Internacional (Interpol).
Fue trasladado por vía terrestre desde el hotel, a unos 140 kilómetros al suroeste de esta capital, a Matamoros. Allí, según fuentes gubernamentales guatemaltecas, entre otros, están tres famosos narcotraficantes: los guatemaltecos Marvin Montiel alias El Taquero y Eduardo Villatoro Cano alias Guayo y el costarricense José Jiménez González alias El Palidejo.
Mientras se tramita su extradición a México, proceso cuya velocidad podría comenzar a perfilarse en las próximas horas, Duarte convivirá, entre otros, con tres ex funcionarios del actual gobierno de Guatemala, presuntos responsables de la muerte de 41 niñas en un motín el pasado 8 de marzo en un centro correccional.