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Los dos principales delincuentes que provocaron una emboscada a un convoy del Ejército en septiembre pasado, están muertos. Ellos son Francisco Javier Zazueta Rosales, conocido como Pancho Chimal, y Julio Óscar Ortiz Vega, El Kevin, escoltas personales de Los Chapitos, como le dicen a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Pancho Chimal perdió la vida el viernes pasado, después de que atacó a infantes de Marina para evitar que lo volvieran a detener, y un mes antes El Kevin fue capturado, torturado y ejecutado por sus enemigos.
Pancho Chimal murió el viernes pasado, cuando iba a ser detenido —por segunda vez— por personal de la Secretaría de Marina Armada de México, en la sindicatura de Tepuche, en los límites entre Culiacán y Badiraguato, Sinaloa.
Ayer, la Armada confirmó la información y detalló que al presunto sicario le aseguraron armas, entre ellas un lanzacohetes.
Su localización fue trabajo de gabinete y de campo, pues era uno de los objetivos prioritarios de las autoridades federales. A él se le adjudica el aumento de la violencia y los homicidios en la región. No se reportaron personas detenidas ni heridas.
La Fiscalía General del Estado dio a conocer que se abrió una carpeta de investigación sobre los hechos del viernes, en coordinación con la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), lo que permitió que a través del Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares se confirmara la identidad de Francisco Javier Zazueta Rosales.
El historial delictivo. Pancho Chimal pertenecía al grupo del Cártel de Sinaloa que es encabezado por Aureliano Guzmán Salazar, El Guano, hermano de El Chapo, y los hijos de éste, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar.
Fuentes oficiales de inteligencia indican que fue escolta de lván Archivaldo, a quien le brindaba protección desde 2014, pero también hay información que lo señala como jefe de seguridad de Ismael El Mayo Zambada.
Autoridades federales lo tenían identificado como líder de la célula que retoma su apodo, Los Chimales, asentada en Culiacán, una de las más violentas.
A Pancho Chimal se le atribuyen varios de los enfrentamientos y ejecuciones cometidas en los últimos meses en Navolato y Culiacán, y desde que escapó, la Comisión Nacional de Seguridad, la PGR, la Armada y la Defensa Nacional habían realizado trabajo de investigación conjunto para localizarlo.
Francisco Javier Zazueta fue aprehendido con otra persona el 18 de febrero de 2017 y fue internado en el penal estatal de Aguaruto, en Culiacán, de donde escapó antes de cumplir un mes de internamiento, el 13 de marzo.
Los otros que se fugaron también son identificados como integrantes del Cártel de Sinaloa: Juan José Esparragoza Monzón, El Negro, hijo del capo Juan José Esparragoza Moreno, El Azul; Alfonso Limón Sánchez, El Contador; Jesús Peña González, El 20, y Rafael Guadalupe Félix Núñez, El Changuito Ántrax.
Autoridades federales señalan al grupo delictivo Los Chimales como los responsables de la emboscada que sufrió un convoy de 17 elementos del Ejército mexicano la madrugada del pasado 30 de septiembre, en la entrada norte de Culiacán.
En ese ataque, en el que perdieron la vida cinco militares y 10 más resultaron heridos, los agresores lograron rescatar a Julio Óscar Ortiz Vega, El Kevin, quien era escoltado por los militares en una ambulancia, herido, en la comunidad de Acacoragua, en Badiraguato.
El 5 de marzo, cinco meses después de que fue rescatado por sus cómplices y dos semanas después de que capturaron a su jefe, Pancho Chimal, El Kevin fue hallado torturado y ejecutado en un estacionamiento público, en Navolato.
