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Nueve empresas establecidas en Baja California lavaron dinero para Joaquín El Chapo Guzmán en los últimos 10 años, reveló la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York.
Esta semana el fiscal Robert L. Carpers expuso en un documento que el narcotraficante amasó su fortuna a través de una red de lavado de dinero en empresas de renombre, que incluyen restaurantes y lotes de autos.
Reveló que nueve se localizan en Baja California. Los establecimientos permitieron el enriquecimiento multimillonario del grupo de El Chapo.
Las empresas son: Hacienda 100 Años, un restaurante de comida mexicana localizado en una zona de alta plusvalía de Tijuana; Cocina de Tijuana SA de CV; Copyred SA de CV; Circuito Electrónico SA de CV; Grupo Horta Zavala; Club Deportivo Ojos Negros SA de CV; Genética Import-Export; Genética Ganadera Rancho Alejandra y Autos Mini Baja California SA de CV, un negocio de autos en el municipio de Ensenada.
La información comenzó a ser recabada desde el 3 de diciembre de 1999, cuando el gobierno de EU lanzó un programa denominado “Ley de designación de cabecillas de narcotraficantes”, que bloquea propiedades y bienes bajo jurisdicción estadounidense de ciudadanos extranjeros que aportaron bienes y servicios en apoyo a actividades del narcotráfico.
Fue un año después, en 2000, cuando el Cártel de Sinaloa entró a la lista; primero Rafael Caro Quintero, con estancias infantiles, restaurantes de mariscos y antojitos mexicanos en Sinaloa, Sonora y Baja California.
Las empresas que presentó la Fiscalía de Nueva York lavaban dinero desde 2007 para Guzmán Loera.
Las investigaciones arrojaron que El Chapo trabajaba con cárteles de la droga de otros países y explican que dentro de esta red de lavado, la asociación con organizaciones en centro y sur América fueron vitales para el enriquecimiento del narcotraficante.
Los capos José Miguel Handal Perez, en Honduras; Marllory Dadiana Chacon La Reyna del Sur, y Waldemar Lorenzana, en Guatemala; la organización Los Cachiros, en Honduras; Jorge Milton Cifuentes, en Colombia, y el empresario John Angel Zabaneh, en Belice, estuvieron presuntamente afiliados al Cártel de Sinaloa.