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Bogotá.— Un prófugo mexicano acusado de pertenecer al sanguinario Cártel de Los Zetas y de traficar grandes cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos, fue capturado por la policía de Colombia en coordinación con la DEA, informó ayer un alto oficial colombiano.
La captura de Irineo Sánchez Romero, alias El Mexicano, de 31 años, se produjo el jueves pasado en un centro comercial de la ciudad de Medellín, en el noroeste de Colombia, informó el director encargado de la Policía Nacional de ese país, general Ricardo Restrepo.
“Era el contacto del cártel de Los Zetas, negociaba cocaína con el Clan del Golfo en Colombia”, comentó Restrepo, quien anunció que Sánchez será extraditado a Estados Unidos después de que se cumplan los requisitos legales.
El oficial admitió que los cárteles mexicanos mantienen vínculos con grupos de narcotraficantes colombianos que los abastecen de cocaína que luego envían a Estados Unidos.
Unión temeraria. El Clan del Golfo es considerado como la principal banda criminal de Colombia dedicada al narcotráfico y está integrada por antiguos paramilitares de ultraderecha que combatieron a la guerrilla izquierdista en medio del conflicto interno que ha dejado más de 220 mil muertos en ese país.
Los Zetas eran el brazo armado del antiguo Cártel del Golfo, con el que rompieron nexos en 2010 y comenzaron a crecer, convirtiéndose en una de las peores amenazas a la seguridad en México por el tráfico de drogas, las extorsiones a comerciantes y los secuestros de inmigrantes centroamericanos que atraviesan por suelo mexicano para entrar de forma ilegal a Estados Unidos.
Ese cártel es acusado de las masacres de inmigrantes ocurridas entre 2010 y 2011 en el poblado norteño de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, donde fueron asesinadas en total 265 personas, y de un incendio en un casino de Monterrey en 2011, donde murieron 52 personas, entre otros delitos.
Funcionarios de seguridad sostienen que Los Zetas —grupo que nació con desertores de un cuerpo de élite del Ejército mexicano— es una organización diezmada después de la caída, en 2012, de Heriberto El Lazca Lazcano a manos de elementos de la Secretaría de Marina (Semar), y de la captura, un año después, del narcotraficante Miguel Ángel Treviño, El Z-40.