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El clima de violencia en México, “como cristianos, nos provoca vergüenza”, por lo que es una materia en la que falta mucho por hacer, afirmó Franco Coppola, nuncio apostólico, en su primer mensaje en nuestro país.

El representante de El Vaticano dijo que los sacerdotes, al estar cerca de la gente, también han sido afectados por la violencia, puesto que al estar en medio de las problemáticas por las que atraviesan algunas comunidades resulta fácil que sean heridos, por lo que descartó que exista “una violencia expresamente contra los curas”.

“Los sacerdotes como todos nosotros y aún más porque por su misión están cerca de su gente, pueden sufrir las consecuencias de este clima de violencia, que es algo que provoca vergüenza, lo digo no como extranjero, como cristiano a una población cristiana, entonces, yo estoy dentro, no estoy fuera juzgando, digo que como cristianos nos da vergüenza, tenemos mucho que hacer sobre este tema”.

Comentó que durante la reunión del viernes pasado con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, abordaron los temas que “les preocupan y les ocupan”, incluido el de la violencia, por lo que se trató de un intercambio, de “un ejercicio de aprender, ver de la parte del gobierno cómo ve la situación religiosa, cómo ve estos temas que nos ocupan, después veremos lo que podemos hacer”.

Acompañado del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Francisco Robles Ortega, y por el secretario general de ese organismo, Alfonso Miranda, el nuncio apostólico reconoció que México es un país complejo con una gran diversidad, del cual aún tiene mucho que aprender. Destacó que todos los países tienen dificultades, “lo importante es hacer frente, no cerrar los ojos, a veces se puede cerrar los ojos y no ver los problemas que hay, hay que verlos, examinarlos, escucharse”.

Indicó que la principal misión que le encomendó el papa Francisco es propiciar el diálogo, aunque aclaró que no será un mediador, puesto que México no lo necesita ni tampoco trae una solución a temas como el del matrimonio igualitario, porque “no sería respetuoso”. Coppola dijo que no tendría problema en recibir a integrantes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Trasgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), porque le interesa comprender su posición.

“Yo no tengo ningún problema en recibir a todos, incluso los representantes o personas que encabecen estos intereses. Escucho y aprendo de todos y también de ellos (comunidad LGBTTTI), yo puedo recibirlos pero no como mediador que va a escuchar uno para después escuchar a otro para encontrar solución, pero si ellos quieren, quiero ver comprender mejor su posición, me interesa mucho”.

En el auditorio Guillermo Schulenburg de la Basílica de Guadalupe, resaltó que son las autoridades las que deben propiciar el diálogo y escuchar todas las voces, puesto que la Constitución debe ser algo que todos los mexicanos puedan compartir y en la que los ciudadanos se reconozcan. Advirtió que el debate del matrimonio igualitario reveló “que hay unas personas que no se sienten apreciados, que no gozan de todos los derechos que podrían gozar”.

“Tengo que estar en mi lugar, mi lugar como nuncio no es de hacer de mediador, creo que México no es un país que necesita de un mediador extranjero, normalmente en cada país es el gobierno el que tiene que ocuparse del bien común, del bien de todos, que tiene que hacer una mesa, escuchar a todos, dar la palabra a todos. Las autoridades tienen que hacer esto, sólo en los países fallidos se llama a alguien del extranjero para ser el mediador, cuando no se reconoce a la autoridad, pero aquí no es el caso”.

Opinó que “no sería bueno para el país confrontarse, ir a una lucha donde se cuente cuántos están a favor y cuántos en contra”, puesto que en la Constitución debe ser algo que todos los mexicanos puedan compartir y en la que los ciudadanos se reconozcan.

Consideró que el debate sobre el matrimonio igualitario es “una ocasión magnífica para practicar el diálogo, no intercambiarse palabras groseras, prejuicios, insultos, eso no sirve de nada, más bien hay que comprenderse, entenderse, hay que examinar la realidad y encontrar una solución apta para el país, una solución mexicana”.

Coppola indicó que ha leído la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto y destacó: “Hay que analizarla bien, hay algunas cosas que se pueden fácilmente aceptar y otras sobre las cuales hay que reflexionar para comprender todas las implicaciones” y detalló que corresponde a los laicos este análisis sobre la situación.

Franco Coppola comentó que durante su primer mes en México ha recibido tres cartas de personas que se han quejado por temas de pederastia clerical, problema al que calificó de “gravísimo”.

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