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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Las desigualdades económicas y sociales incrementan el riesgo ante el cambio climático para los sectores que viven en condiciones de pobreza, por ello, los gobiernos deben implementar políticas públicas para fomentar el desarrollo de estas comunidades, a fin de construir mayor resiliencia a este fenómeno, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al presentar el Estudio Económico y Social Mundial 2016: Resiliencia al Cambio Climático, Enrique Minor, integrante del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó que en México hay 319 municipios con vulnerabilidad alta y muy alta para sufrir los impactos del cambio climático y las inundaciones, debido a que se encuentran en zonas de pobreza y carencias en los servicios básicos de la vivienda.
Destacó que en 2010, año de la medición de la pobreza por municipio, la población que se encontraba en situación de pobreza en estos 319 territorios era de 13 millones, mientras que 3 millones se encontraban en pobreza extrema, por lo que existe una consonancia entre la marginación de estas comunidades y el riesgo a sufrir los embates del cambio climático.
“Hay más pobres ubicados en municipios con grado de peligro de inundación alta y muy alta. Este cruce de datos está en consonancia con lo que señala el estudio. La consonancia de pobreza, marginación, puede ser precondición para estar en un mayor riesgo de impacto al cambio climático. ¿Cómo enfrentar desde una formulación de políticas publicas la resiliencia de las familias ante estas consecuencias que puedan vivir?”.
Explicó que el dato de los 319 municipios en riesgo resultó del cruce de informes de pobreza que tiene el Coneval, y registros del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) sobre peligros por inundación.
Dijo que el Coneval, en el marco de los objetivos del desarrollo sostenible 2030, dará seguimiento a la población que vive por debajo de los umbrales de pobreza internacionales, lo que permitirá conocer la relación entre pobreza y condiciones de vulnerabilidad.
Diana Alarcón, jefa de la Unidad de Desarrollo Estratégico y Política del Departamento de Asuntos Políticos y Sociales de la ONU (DESA), dijo que las poblaciones más afectadas por los desastres naturales son aquellas en situación de pobreza y marginación, por lo que indicó que son las desigualdades económicas y sociales las que predefinen los impactos del cambio climático.
“Hay desigualdades multidimensionales que exponen la vulnerabilidad de las personas al cambio climático... Los eventos se convierten en un factor que agudiza las diferencias ancestrales de nuestras sociedades”, expuso.
Argumentó que las familias que viven en condiciones de pobreza por lo general habitan en las áreas más expuestas al cambio climático que derivan en derrumbes, inundaciones y contaminación de agua, entre otros, por lo que estos fenómenos pueden empeorar su situación.
Alarcón dijo que las desigualdades estructurales aumentan la exposición de las poblaciones vulnerables a los desastres. “Se trata de un círculo vicioso entre el cambio climático y la desigualdad que debe ser atendido”.