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Como resultado de las investigaciones de inteligencia, personal de Infantería de Marina aseguró fusiles de asalto y tres camionetas con blindaje artesanal que fueron semienterradas para esconderlas, en el poblado de Camargo, Tamaulipas, informó la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).
Los vehículos y el armamento que fueron localizados eran utilizados por sicarios del Cártel del Golfo, según informaron fuentes federales a EL UNIVERSAL.
Los uniformados ubicaron el escondite durante un recorrido de vigilancia terrestre y como parte de las actividades de apoyo a la seguridad pública de la entidad.
Según el comunicado, los elementos navales avistaron objetos y maleza colocada de manera intencional, por lo que se procedió a realizar una revisión, percatándose que se trataba de tres vehículos blindados encubiertos y semienterrados, así como armas largas, por lo que se procedió a asegurar el perímetro.
En el lugar, la Marina aseguró tres armas largas, 15 cargadores abastecidos para fusil de asalto AR-15, siete cargadores abastecidos para fusil AK-47, dos cascos balísticos, tres placas balísticas, una camioneta pick up de cabina sencilla blindada, y dos camionetas pick up, doble cabina, con blindaje artesanal.
Todo el material asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público de la federación en la delegación de la Procuraduría General de la República en Tamaulipas, para la integración de la carpeta de investigación correspondiente.
En Tamaulipas operan diversas células del Cárteles del Golfo y Los Zetas quienes diputan el control de la zona por ser ruta de tráfico de droga hacia Estados Unidos.
Es la entidad con mayor cantidad de ataques a soldados y marinos por parte del crimen organizado en todo el país y donde más armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas han sido aseguradas, de acuerdo con información oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los delincuentes utilizan con frecuencia vehículos blindados, colocan video cámaras en las calles para vigilar los movimientos del personal de Sedena y Semar, y también a sus rivales; además, “se cuelgan” de las frecuencias policiacas.
El crimen organizado en Tamaulipas ha diversificado su actividad delictiva. A los golfos y zetas se les atribuyen secuestros, muchos de ellos de inmigrantes privados de la libertad en grupo, además de extorsión, homicidios y robo.
