Más Información
Sheinbaum supervisa avances de la Línea 4 del Tren Ligero en Guadalajara; “siempre será bienvenida a Jalisco”: Lemus
ONG obsequia implantes anticonceptivos a mujeres migrantes; buscan dar acceso a servicios de salud sexual
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Washington, EU.— El empresario farmacéutico chino-mexicano Zhenli Ye Gon vio ayer como se le terminaban todas las opciones legales para evitar su extradición a México, después que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazara su última apelación. Termina así una batalla legal de nueve años, los mismos que Ye Gon ha estado preso en una cárcel de Richmond (Virginia) por tráfico de droga y lavado de dinero.
La deportación del empresario podría ser inminente, y queda a la decisión de los Departamentos de Justicia —se negó a comentar sobre el caso— y de Estado estadounidenses. “La solicitud para parar [la extradición] dirigida a la juez [Sonia] Sotomayor y referida a este tribunal es denegada”, expuso el Tribunal Supremo de EU en su comunicación de ayer sobre los casos en los que está trabajando.
El rechazo de Sotomayor fue el segundo que recibe el chino-mexicano, lo que le cierra las puertas a una nueva apelación para evitar la extradición. “Todavía no nos han notificado la fecha de extradición, pero es posible que el gobierno de EU busque ahora extraditar al señor Ye Gon a México, a pesar de que su petición de asilo sigue pendiente”, confirmó en un correo electrónico a EL UNIVERSAL el abogado del empresario, Gregory Smith.
En su comunicación con este diario, Smith quiso dejar claro que su cliente “no ha recibido ningún juicio ni ha sido condenado por nada”.
“México le intentará procesar por los mismos casos que los fiscales de EU desestimaron”, recordó el abogado. Antes, la defensa había apelado la orden de extradición alegando que, en caso de que su cliente fuera mandado a México, sería carne de torturas. Según algunos reportes, Ye Gon habría colaborado con la justicia estadounidense y dado información de cómo funciona el mercado negro mexicano y nombres determinados en acciones criminales.
“En caso de ser extraditado su caso entrará en una nueva fase”, continuó el abogado del empresario, recordando que su defendido ha pasado casi una década entre rejas. El letrado expresó su deseo de que “la población mexicana y los medios de comunicación vigilen para asegurar que Ye Gon reciba un trato humano y juicio justo”.
El caso de Ye Gon ocupó las portadas cuando fue detenido en el estado de Maryland meses después que funcionarios mexicanos descubrieran en su mansión de Las Lomas de Chapultepec, tras una redada de la Operación Dragón, armas y fajos de billetes de cien dólares en valijas y en cuartos de la propiedad, en total, cerca de 207 millones de dólares, el alijo más importante nunca recuperado en el mundo por una agencia antidroga.
Ye Gon se defendió asegurando que el entonces secretario de Trabajo, Javier Lozano Alarcón (PAN), lo había extorsionado para que guardara los billetes que, según dijo, tenían que servir para la campaña presidencial de 2006; algo que los expertos, por entonces, determinaron como algo “plausible”. “[Los millones de dólares pertenecían a políticos] muy poderosos”, reiteraba el empresario hace un año en una entrevista a Univisión.
Tras el descubrimiento huyó a EU, y fue allí donde fue detenido por la DEA por tráfico de droga —incluso se le relacionó con el Cártel de Sinaloa—, algo que siempre negó.
El juicio en EU se desestimó en 2009 por problemas con las pruebas y contradicciones de los testigos protegidos que tenían que declarar en su contra. Según las causas abiertas contra él, se le acusaba de usar su empresa mayorista farmacéutica Unimed Pharm Chem para distribuir químicos que eran usados para la fabricación ilegal de metanfetaminas; cargos que siempre negó asegurando que era un comerciante legal.
La detención también llevó a una investigación por lavado de dinero contra el banco británico HSBC y la mayor empresa de casinos del mundo, Las Vegas Sands Corp; esta última llegó a un acuerdo en 2013 por valor de 47 millones de dólares con la fiscalía para evitar cargos criminales.