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Un peritaje médico con el cual se aplicó el Protocolo de Estambul a Joaquín El Chapo Guzmán concluyó que el capo es víctima de malos tratos en el Centro Federal de Readaptación Social 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que su salud mental y física fue afectada.
A decir de El Chapo, preferiría los golpes en lugar de lo que ha enfrentado. “No me han golpeado pero prefiero eso a que no me dejen dormir o que me hagan esta tortura sicológica, el dolor de los golpes se va pero esto me está poniendo cada vez más mal, tengo más problemas de memoria, a veces escucho como si hubiera un custodio fuera de la celda pero cuando me asomo no hay nadie”, afirmó.
“Cada cuatro horas me despertaban para ponerme frente a la cámara y pasar lista, estoy siempre vigilado, no me dejan dormir, en la celda estaba siempre la luz prendida, para ir al baño igual siempre tenía un custodio atrás de mí, nunca he padecido de estreñimiento pero con esto me empezó a dar, igual para bañarme siempre hay alguien conmigo vigilándome”, describió.
Según el peritaje médico ofrecido por la defensa del capo, en el que designaron a un especialista en siquiatría acreditado ante el Consejo de la Judicatura Federal y presentado ante el Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, desde el pasado 2 de septiembre Guzmán Loera padece un trastorno de ansiedad generalizada.
Por ello, se le está controlando con ansiolíticos que le ayudan a conciliar el sueño, ya que el líder del Cártel de Sinaloa padece de insomnio. “No se recomienda su uso prolongado, además de que se sugiere que sea atendido por el servicio de sicología y psiquiatría”, concluyó el médico forense Julio César Ayuzo González.
La valoración fue realizada en el Cefereso 9 y duró dos horas, se le realizó una exploración física para descartar o comprobar si le fueron aplicadas maniobras de tortura, se elaboró su historia clínica, se realizó la lectura y análisis del expediente legal, se aplicaron las pruebas del estado mental MINI y la del reloj. Guzmán Loera contó al médico que lo valoró que desde su detención en enero de este año “todo se volvió un infierno”.
EL UNIVERSAL informó que la defensa de El Chapo acusó que desde enero de este año a la fecha, Guzmán Loera permanece encerrado en una celda de máxima seguridad donde no habla con nadie por más de 22 horas seguidas y no se le permite salir, razón por la que su salud se ha visto afectada y por la que solicitaron al juez del Estado de México que conoce de su causa penal, que se le realicen los estudios pertinentes para acreditar la tortura de la que afirman es víctima.
El juicio de amparo que resolvería la orden de extradición dictada contra el capo sigue sin resolución. Ayer se celebró la audiencia constitucional en el amparo número 642/2016 promovido por El Chapo ante el Juez Décimo Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal de la CDMX, contra el acuerdo emitido por la Cancillería en el que autorizó la extradición del capo.