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Los seis integrantes de una familia asesinada en Chicago, eran originarios de la comunidad La Noria del municipio de Tarimoro, Guanajuato, y se encontraban en aquel país en calidad de indocumentados, confirmaron autoridades locales.
Ayer, Violeta Martínez Hernández, hija del matrimonio encontrado sin vida, acudió con el alcalde de Tarimoro, Rafael Martínez Tirado, a solicitarle apoyo para el traslado de los cuerpos de sus padres, Noé Martínez Rico y Rosaura Hernández Vega, de 60 años; así como de sus dos hermanos y dos sobrinos, que tenían 10 años viviendo en Estados Unidos.
Sus hermanos son Noé Martínez Hernández, de 40 años, y Herminia Martínez Hernández, de 30, quienes también fueron victimados junto con los hijos de ésta, Alejandro Cruz Martínez y Leonardo Cruz Martínez, de 10 y 13 años, respectivamente.
El edil señaló que la hija de los migrantes fallecidos estaba muy consternada, “con un dolor bastante fuerte”, por lo que no fue prudente abundar sobre los lamentables hechos. “Son momentos bastante fuertes, que nos conmueven a todos”.
El gobernador Miguel Márquez Márquez, informó que el cónsul de México en Chicago, Carlos Jiménez, le confirmó que los fallecidos son originarios de Guanajuato y pidió a las autoridades de Estados Unidos realizar las investigaciones para el esclarecimiento de este crimen colectivo.
Violeta Martínez y su esposo se trasladaron a León donde se reunieron con el gobernador Miguel Márquez, quien les ofreció ayuda para que se transporten a EU para realizar los trámites de identidad de las víctimas y realizar las gestiones para la repatriación de los cadáveres.
Noé Martínez hijo trabajaba para United Service Companies y también lavaba ventanas en el Aeropuerto Internacional O’Hare de esa ciudad, el padre laboraba en una fábrica en Chicago y la madre era ama de casa, informó Chicago Sun Times.
