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El Cairo.— Los mexicanos que fueron atacados por las fuerzas de seguridad egipcias se desviaron de la ruta original, afirmó el ministro de Turismo de Egipto, Khaled Ramy, quien reveló que la empresa turística que contrataron los connacionales en el país había pedido permiso para que viajaran 10 y no 16 personas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ministro egipcio señaló que además los mexicanos debían de haber viajado en autobús, como la empresa turística lo había detallado en su solicitud de permiso, pero el grupo se trasladó en cuatro camionetas.
“Lo que hasta ahora hemos investigado y podemos concluir es que la compañía que estaba realizando esta excursión no tenía los permisos para dejar de la ruta de asfalto para nada”, expuso Ramy.
“Si las agencias de viajes quieren hacer una excursión en el desierto dejando el camino de asfalto, tienen que venir con nosotros para tramitar un permiso y vamos con nueve diferentes autoridades dentro de Egipto para solicitar la autorización y si alguna de estas autoridades dice no, entonces la excursión no se puede realizar”, agregó el funcionario egipcio.
Policías y militares del gobierno de Egipto atacaron los vehículos en los que se transportaba a los turistas mexicanos en la zona de Oasis del desierto occidental Al-Bahariya.
El ministerio de Interior del país árabe explicó el domingo pasado que un comando de fuerzas estatales antiterroristas desarrollaba una operación de seguridad en aquella región y se topó con un grupo de cuatro vehículos que transportaban a los turistas mexicanos, contra los cuales abrió fuego “por error”.
El incidente costó la vida de 12 personas, entre ellas ocho mexicanos.
Por lo tanto, el ministro de Turismo indicó que su dependencia y la procuraduría de Egipto iniciaron una investigación de este caso, pero expuso que con la información que se ha recabado pudo confirmar que se recibió una petición por 10 turistas mexicanos para viajar en un autobús de un lugar a otro.
No obstante, lo que pasó fue que eran 16 turistas, entre ellos, 15 mexicanos y un ciudadano estadounidense, los cuales se trasladaron en cuatro camionetas 4X4 y no en autobús.
“Lo cual no se reportó, no estaba en el reporte oficial, entraron al desierto y luego sucedió el incidente”, comentó.
Dijo que pidió las listas, al menos a dos de las autoridades que necesitan fotocopias de los pasaportes de todos los turistas que van a hacer la excursión y no recibieron nada.
El ministro explicó que para garantizar la seguridad de los turistas —debido a la guerra que Egipto emprendió contra el terrorismo y especialmente contra el Estado Islámico— se solicita un permiso a las empresas turísticas para viajar en las zonas restringidas.
Los turistas también deben seguir reglas y rutas específicas a fin de que las autoridades egipcias los protejan. Por lo tanto, la agencia de viajes ofreció un servicio legal, pero no obtuvo los permisos para entrar al desierto. “Si estás en una ruta grande estás a salvo... pero entraron al desierto y eso no estuvo bien”, lamentó Ramy.
