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Un hondureño reconoció hoy en la ciudad estadounidense de San Diego haber traficado desde México alrededor de 25 kilogramos de cocaína a través de un túnel submarino que desembocaba en el All-American Canal en Caléxico, en el estado de California.
Evelio Padilla-Zepeda, de 28 años, se declaró culpable ante la Corte Federal de San Diego por el delito de posesión de narcóticos con intención de distribución, por el cual podría recibir hasta 20 años de cárcel.
El acusado fue detenido el pasado 25 de abril cuando oficiales de la Patrulla Fronteriza recibieron el reporte de un hombre que se encontraba empapado en un traje de neopreno cerca de la frontera.
A unos metros de donde fue arrestado, oficiales encontraron equipo de buceo, incluyendo una máscara utilizada para prevenir que se vieran burbujas en la superficie, además de 25 paquetes de cocaína, cubiertos en empaque de la película "Toy Story" y cuyo precio en el mercado asciende a más de un millón y medio de dólares.
Posteriormente, los agentes federales localizaron un pasadizo submarino de 45 metros de longitud que iniciaba en Mexicali, Baja California (México), y llegaba hasta el sur del All-American Canal (EU).
El túnel iniciaba en territorio mexicano, donde se había construido un sistema de rieles para transportar la droga y posteriormente descendía al agua y salía justo en la orilla sur del Canal Todo Americano.
"(Los) traficantes de droga harán cualquier cosa para mover su producto, inclusive bucear en un túnel submarino", señaló Laura Duffy, fiscal federal del Distrito Sur de California.
"El ingenio de (los) contrabandistas sólo es comparable con nuestra determinación de impedir esta actividad, tal y como lo hemos hecho en este caso", agregó la funcionaria.
Durante la audiencia de hoy, Padilla-Zepeda reconoció que su intención era entregar la droga en un punto de encuentro alejado del canal para después regresar a México, pero fue detenido antes de llegar al lugar donde entregaría la cocaína.
Tras la declaración de culpabilidad, el agente especial de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) en San Diego Will Sherman resaltó que esta investigación es una prueba del nivel al que llegan organizaciones criminales para que su droga se venda en las calles estadounidense.
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