Más Información
Cae “El Tony”, líder de célula delictiva del Cártel de Sinaloa; generador de violencia en Baja California
Cancillería responde con nota diplomática a EU; embajador Ken Salazar criticó hoy estrategia de seguridad de AMLO
Bacterias, virus, parásitos que se transmiten por vía digestiva, hongos, conjuntivitis, enfermedades diarreicas y gastrointestinales, y hasta hepatitis tipo A son afecciones que se pueden contraer al ingresar a una alberca que no tiene un buen mantenimiento o que ha sido contaminada como resultado de una sobrepoblación durante este periodo vacacional de Semana Santa.
Especialistas consultados por EL UNIVERSAL coincidieron en que la mejor manera de contrarrestar estas infecciones es a través de una buena cultura de higiene, acudir a balnearios, centros acuáticos o playas en donde el agua esté en buenas condiciones y no actuar como contaminantes.
Humberto Abaroa coordinador de capacitaciones en la Asociación de Profesionales de la Piscina (APP) y director de Mercadotecnia en Spin Grupo, dio a conocer que un mal tratamiento del agua en las albercas podría ocasionar hepatitis A y que las formas de contagio en estos ambientes son por ingerir agua, contacto a través de la piel y por el aire que se respira alrededor de las instalaciones acuáticas. Precisó que los restos de heces fecales y el mal uso o exceso de químicos para el tratamiento del agua, son las principales causas que ponen en riesgo la salud de los usuarios.
Al respecto, Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), detalló que en esta época de vacaciones es normal que se rebase la capacidad de cloración para mantener el agua libre de gérmenes, pero el calor y la afluencia son factores de riesgo para adquirir desde colibacilos y salmonela hasta hepatitis A. “El calor, facilita la reproducción de las bacterias y tenemos despeine de infecciones donde se manifiestan como diarreas y en caso de hepatitis que es una infección viral al hígado, esto es resultado de la presencia de un gran número de turistas, más las altas temperaturas, lo que facilita la proliferación de virus y bacterias”, dijo.
A su vez Andrés Carmona, coordinador de epidemiología de la Delegación Norte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que otros contagios comunes son la micosis, afección reconocida como pie de atleta y la conjuntivitis.
Ambos expertos mencionaron que la incidencia de estas enfermedades aumenta porque en el país no existe una buena cultura del uso de las albercas, por ello emitieron un par de recomendaciones, tales como ducharse antes de entrar a las piscinas, no orinar dentro de ellas, no sonarse la nariz, ni entrar con ropa de algodón o si están enfermos de algún mal gastrointestinal.
“Puede parecer gracioso que en algunas albercas haya anuncios de que tienen sensores o detectores de orina, pero esos son letreros disuasivos, es una pena que no haya una buena cultura y actuemos como contaminantes de estos centros de diversión”, expresó el investigador del INCMNSZ.
“Hay que invitar a la población a tomar precauciones, nos podemos divertir sin complicaciones, seamos cuidadosos, hay que ducharnos antes de entrar y al salir de la alberca, y si nos toca la mala suerte de contagiarnos de algo acudir con el médico”, concluyó Andrés Carmona.