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Un grupo de manifestantes obligó a cancelar ayer un acto público de Andrés Manuel López Obrador en Nueva York. El líder y precandidato presidencial de Morena se vio obligado a acortar el evento por las protestas de unas cinco personas que subieron al estrado desde el que se dirigía a la comunidad mexicana de la ciudad de los rascacielos, para criticar su supuesta “doble moral” electoral y su relación con los presuntos responsables del caso Ayotzinapa.
López Obrador iniciaba ayer su nueva etapa en su gira por Estados Unidos con un evento que reunió a más de 500 personas en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Manhattan, a la que llegó con su mensaje de defensa de los migrantes, “mezcla de heroísmo y desdicha”, ante las políticas del presidente Donald Trump.
“No venimos a buscar votos, sino a expresar apoyo”, aseguró López Obrador en una ciudad que puso como ejemplo histórico de libertad, y en la que quería pedir más firmas para su carta de denuncia de las acciones ejecutivas del presidente Trump.
El líder de Morena no se frenó al comparar la “canallada” de discurso del mandatario estadounidense contra los mexicanos, con el de Adolfo Hitler y el nazismo contra los judíos.
El evento se vio interrumpido cuando manifestantes alzaron pancartas contra López Obrador, y lo acusaron de no hacer nada contra los responsables de la desaparición de 43 normalistas.
El líder de Morena trató de calmar la situación invitando a los opositores al escenario para hacer respetar su libertad de expresión: “No tengan miedo, ellos son libres y además defienden una causa justa. Quieren que se haga justicia en el caso de los 43 jóvenes desaparecidos”, dijo el tabasqueño.
Sin embargo, la tensión y los abucheos se contagiaron entre los asistentes hasta temer por la seguridad. Ante ese desorden, López Obrador decidió dar por terminado el evento antes de cumplir media hora, y abandonó el recinto en medo de gritos de “Presidente, Presidente” y “Obrador, Obrador”, flanqueado por centenares de seguidores. Entre ellos, algunos que confesaron no haber ido a sus puestos de trabajo para asistir al evento.
A pesar de los zarandeos, gritos y tensión, López Obrador no sufrió ningún percance en el evento.
“Se burlan de nosotros viniendo a querer arreglar un problema migratorio acá”, denunció a EL UNIVERSAL Francisco Flores Zapata, a la vez que criticaba la “doble moral” por acordarse de los migrantes sólo en época electoral: “Se pasean como reinas y a la mera…”, añadía a la salida una mujer.
Flores Zapata, albañil con más de tres décadas en EU, fue uno de los primeros en saltar al estrado armado con imágenes de AMLO junto al ex alcalde de Ayotzinapa, José Luis Abarca, y el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre: “Ahora dice que no les conoce”, criticó, mientras seguidores de Morena le increpaban por “destruir” el evento.
Entre los que protestaron también se encontraba Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, quién esperó a López Obrador a la salida para abordarle antes de que subiera al coche y reclamarle que no hiciera nada para hacer justicia.
La tensión llegó hasta la calle, donde los inconformes se enfrentaron con los fanáticos de López Obrador. Un par de patrullas de la policía local acudió para evitar altercados, pero el incidente no pasó a mayores, sólo empujones y palabras altisonante.
Se prevé que hoy visite la oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para entregar una carta en defensa de los migrantes mexicanos amenazados por las acciones ejecutivas del presidente Donald Trump.
Por la tarde (si las fuertes nevadas lo permiten) viajaría en tren hasta la capital de Estados Unidos, Washington DC, donde hoy hará entrega de ese documento ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que pedirá medidas cautelares para los decretos, y tendrá un encuentro con la prensa.