Más Información
“Morena se quiere robar más de 2.4 billones de pesos”: diputado; reforma al Infonavit afecta derechos laborales, afirma
En México 4.5 millones de menores son víctimas de abuso sexual cada año; México, primer lugar en incidencia, según reporte
Ella es Anavel Ávila, la alcaldesa de Coalcomán ligada al CJNG; se le investiga por desaparición de personas
Senado no descarta periodo extra; sería para reformas a favor de migrantes, ante amenaza de deportación masiva en EU
Sheinbaum dará mensaje el lunes sobre alcaldesa de Coalcomán que agradeció a “El Mencho”; es líder del CJNG
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
En México, la conjuntivitis, que es denominada “síndrome de ojos rojos”, tiene una incidencia general de 5% a 7% que se puede elevar hasta 20 puntos porcentuales en la temporada invernal por la presencia de mayor cantidad de polvo o polen en el ambiente, subrayó Mario Duarte Tortoriello, médico adscrito al Servicio de Oftalmología del Hospital Juárez de México (HJM).
El especialista explicó que la conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, un tejido de protección con células que permite en sus glándulas mantener cubierto el globo ocular. Se trata de una especie de “hojita de cebolla” transparente que está encima de la parte blanca de los ojos y al hincharse produce dicha enfermedad.
Esta inflamación se produce de acuerdo con la forma en la cual reaccione la conjuntiva, a factores que pueden afectarla. Generalmente se identifica como conjuntivitis papilar, folicular o de tipo mixto. Duarte Tortoriello expuso que la sintomatología de este padecimiento es el característico ojo rojo, irritación con prurito o comezón de origen alérgico. Cuando hay escozor y secreción, se trata de un factor infeccioso.
Destaca la conjuntivitis permanente, la cual responde al medio ambiente y al patrón vascular, es decir, la personas que la padecen tienen alguna disfunción anómala en la formación de los vasos que predispone a una congestión continua.
El médico especialista en enfermedades oculares indicó que el diagnóstico es clínico, aunque se requiere de estudios más profundos y la toma de presión intraocular para determinar el tipo de tratamiento que se utilizará.