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Washington.— Tras una larga conversación, los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y Estados Unidos, Donald Trump, distendieron la crisis diplomática entre las dos naciones provocada por la decisión del magnate de construir un muro que separe a ambos países.

Acordaron suspender sus pronunciamientos públicos en torno a la construcción del muro y su financiamiento, al tiempo de analizar el “déficit de EU frente a México” y la necesidad de detener el flujo ilegal de drogas, armas y efectivo entre ambas naciones.

Sin embargo, en Washington, Trump señaló ayer que “México se ha aprovechado de Estados Unidos demasiado tiempo. Déficit comerciales masivos y poca ayuda en la muy débil frontera es algo que debe cambiar, ¡ahora!”, escribió en su cuenta de Twitter.

Esta conversación se concretó a 24 horas del desencuentro entre los mandatarios, provocado por la decisión del magnate de construir el muro y de que el Presidente de la República canceló reunirse con Trump el martes 31 de enero en la Casa Blanca.

Durante un enlace telefónico —concretado ayer por ambos gobiernos— Peña Nieto y Trump instruyeron a sus respectivos equipos a continuar el diálogo con miras a fortalecer esta importante relación estratégica y económica de manera constructiva.

Los Pinos, en la Ciudad de México, y la Casa Blanca, en Washington, emitieron un mismo comunicado de prensa en el que se advierte:

“Con respecto al pago del muro fronterizo, ambos presidentes reconocieron sus claras y muy públicas diferencias de posición en este tema tan sensible, y acordaron resolver estas diferencias como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral”, se dio a conocer.

En la comunicación oficial de la Presidencia de México se agregó: “Los presidentes también convinieron por ahora no hablar públicamente de este controversial tema”. Esto no fue incorporado al boletín de la Casa Blanca, pero más tarde el portavoz estadounidense Sean Spicer confirmó que ambos mandatarios sí llegaron a ese acuerdo.

En la comunicación de ambos gobiernos —respecto a la llamada telefónica que sostuvieron durante una hora— se aclaró que fue acordada por los equipos de trabajo y se definió como una conversación “constructiva y productiva”.

Ello, en torno a la relación bilateral entre ambos países, incluyendo “el tema del déficit comercial de Estados Unidos con México, la importancia de la amistad entre nuestras naciones y la necesidad de que nuestros países trabajen juntos para detener el narcotráfico, a los cárteles de las drogas y el flujo ilegal de armas”.

Durante su primera conferencia de prensa como presidente de Estados Unidos, en la que estuvo acompañado por la primera ministra británica Theresa May, Donald Trump dijo: “He sido muy fuerte respecto a México. Tengo grandes relaciones con México.

“Tuvimos una muy buena llamada… tengo mucho respeto por México, amo al pueblo mexicano, trabajo con el pueblo mexicano todo el tiempo, grandes relaciones”, afirmó.

“Tenemos una relación realmente buena, el Presidente [Peña Nieto] y yo. Hablamos por una hora esta mañana y vamos a estar trabajando en una relación justa y en una nueva relación… fue una llamada muy amistosa, creo que lo escucharán del presidente [Peña Nieto] y del pueblo de México”, agregó.

Sin embargo, aclaró que “Estados Unidos no puede seguir perdiendo vastas cantidades de negocios, de compañías, y millones y millones de personas perdiendo sus empleos. Eso no sucederá conmigo, ya no seremos el país que no sabe lo que hace”.

Recalcó que México ha “hecho polvo” a la Unión Americana en materia comercial por culpa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “México con Estados Unidos ha negociado y nos ha hecho polvo con nuestros últimos líderes. Nos ha hecho parecer estúpidos” con un tratado que, aseveró, “ha dejado un déficit de 60 mil millones de dólares”. A ello, acotó, se une una “frontera blanda y débil”.

May se limitó a decir que “como dijo el presidente, la relación entre Estados Unidos y México es asunto de Estados Unidos y México”.

En entrevista en Fox News, la asesora principal de Trump, Kellyanne Conway, explicó ayer que aunque Trump y Peña Nieto hayan cancelado el encuentro, eso no significa que las relaciones entre ambos países hayan “implosionado”. Insistió en que el encuentro se canceló porque el Presidente de México no quería hablar de pagar por la construcción del muro en la frontera común.

EU, dijo Conway, gasta miles de millones de dólares para defender las fronteras de otros países, y añadió que es hora de que se haga lo propio en casa para detener el flujo de drogas y personas.

Según información de la agencia Reuters, el presidente de Estados Unidos detalló en una entrevista ayer que tiene el derecho a imponer un impuesto a las importaciones de México, pero que hay otras opciones que pueden ser “más positivas” para ambos países.

“Es algo que tengo el derecho a hacer. Algo que puedo imponer si quiero”, dijo Trump en una entrevista con una cadena cristiana de televisión.

Pero el mandatario estadounidense, quien hizo notar que acababa de hablar con el presidente Enrique Peña Nieto, expuso que los dos países están “llevándose en realidad muy bien.

“Así que no estoy en contra de algo como eso, pero en lo que respecta a México, algo más puede pasar que puede ser muy positivo para México y Estados Unidos”, expresó Trump.

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