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El presidente del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ángel Ávila Romero, advierte que al no ir en alianza con el PAN, el partido del sol azteca pierde una oportunidad clara de sacar al PRI del gobierno en el Estado de México.
Señaló los nombres de las corrientes y los líderes que definieron, de última hora, una estrategia de ir solo con el Partido del Trabajo (PT), tras el abandono de Movimiento Ciudadano (MC) de una alianza opositora al PRI en el Estado de México. En esta votación se incluye a la presidenta Alejandra Barrales, quien votó —al final— por una alianza solo del PRD con el PT.
Fueron responsables también ADN (Alternativa Democrática Nacional, Vanguardia Progresista, Izquierda Democrática Nacional (IDN), y Foro Nuevo Sol, además de los senadores, Miguel Barbosa, y Movimiento de Izquierda.
La actual dirigencia nacional, comandada por Alejandra Barrales, tendrá que asumir el costo de esta estrategia después de conocer los resultados electorales del 4 de junio, dice.
En Coahuila fue distinto, pues la definición de romper la alianza con los panistas fue por unanimidad, ya que Acción Nacional no garantizaba una propuesta generosa en cuanto a espacios para el sol azteca.
¿Cómo queda el PRD después de no aprobar una alianza con el PAN en el Estado de México y Coahuila?
—Se perdió la oportunidad de ganar contundentemente con una alianza de izquierdas y abierta a otras fuerzas como el PAN.
¿Cómo se vivió la negociación al interior del PRD, qué corrientes sepultaron la alianza?
—Para nadie es un secreto que hay una estrategia de los equipos internos del partido, hablando del Estado de México. La corriente ADN, encabezada por Héctor Bautista; la corriente Vanguardia Progresista, encabezada por Héctor Serrano, y la corriente de René Bejarano, Izquierda Democrática Nacional (IDN), así como Foro Nuevo Sol de Hortensia Aragón. Su prioridad era ir solo con los partidos de izquierda, ahí se suma el coordinador de los senadores, Miguel Barbosa y la expresión Movimiento de Izquierda.
Hubiéramos podido asegurar el triunfo como ya se ha hecho en otros estados. El tema de la alternancia se ha dado en Veracruz, Quintana Roo y Durango con alianzas amplias.
La alianza amplia aseguraba el triunfo, ya no se logró, se impuso la estrategia política de este bloque y ahora lo que nos toca es presentar a nuestro candidato. Dejamos ir esta gran alianza por esta estrategia que se impuso.
¿Quiénes más votaron en contra de la alianza con el PAN?
—Principalmente el que te mencione. Nueva Izquierda y Galileos siempre fuimos por las alianzas con el PAN.
¿La presidenta Alejandra Barrales votó a favor o en contra de la alianza con el PAN?
—Alejandra emitió su voto por la coalición que se presentó, que fue PRD-PT. Según la lista éramos 23. Seis se abstuvieron y uno en contra, todos los demás votaron a favor de la alianza PRD-PT, sin el PAN.
¿En estos nombres caerá el peso de los resultados electorales del 4 de junio, tal vez una posible derrota?
—A los dirigentes siempre se les van a recordar por sus resultados. Esperemos que en junio tengamos, para bien del PRD y del país, buenos resultados para el partido y de no ser así, estaría claro que no fue la mejor decisión. Como dirigentes, entre todos, vamos a tener que rendir cuentas de esta dirección, encabezada por Alejandra Barrales.
¿Se le podría recordar a Alejandra Barrales como una dirigente que tuvo en sus manos ganar elecciones con el PAN?
—Espero que no se dé esa noticia. De corazón creo que el PRD va a dar buena batalla en el Estado de México, pero los ciudadanos son los que van a tener la última decisión. Si fue una estrategia equivocada se tiene que aceptar, si fue correcta lo dirán los ciudadanos.
¿El PRD queda fracturado por la definición de las alianzas?
—El PRD no está fracturado, somos un partido donde se debate internamente, somos un partido donde las ideas pueden ser discutidas en el seno del propio Comité Ejecutivo Nacional. Cada quien sabrá la decisión que tomó y que se tiene que asumir. El CEN está unificado para dar la batalla en el Estado de México, somos un partido abierto y democrático. No creo que haya perredistas que se vayan a otro partido, porque la esencia del PRD es su pluralidad de ideas.
Según expertos, el PRD podría quedarse como un partido meramente testimonial...
—No lo veo así. El desgaste del PRI y nuestra condición de segunda fuerza nos puede dar buenos resultados, eso es lo que esperamos. El tema es que con la alianza PRD-PAN-PT-MC [amplia] hubiéramos podido asegurar el triunfo. El PRI estaría derrotado en su principal bastión de la República y, lo más importante, el PRI hubiera estado aniquilado para 2018. No se logró ese escenario, vamos a ir a pelear como izquierda y aun así podemos ganar en el Estado de México.
Las encuestas los ponen con malos resultados, ¿podrían perder el Estado de México con esta definición?
—Creemos que sí hay un fuerte arraigo del perredismo en el Estado de México y las circunstancias se verán reflejadas. Estamos en un escenario complicado para todos, pero hay una buena base perredista y con esa base y nuestro candidato vamos a salir a buscar la diferencia para ganar.
¿Qué resultados prevé, entonces?
—La elección en el Estado de México será de cuatro partidos, es decir el próximo gobernador puede ganar con 28% de la votación, porque va a estar tan fragmentada la votación entre PRI, PAN, Morena y PRD, que todos los partidos van a buscar ganar.
Incluso, los especialistas aseguran que Morena podría ganar el papel de la izquierda al PRD...
—Hay competencia en la izquierda, ¡qué bueno!, eso obliga a mejorar al PRD, bienvenida la competencia. Morena va a hacer su esfuerzo, nosotros el nuestro.
También deciden irse de la alianza en Coahuila, ¿el mismo bloque se impuso?
—No. Cuando nosotros llegamos a una alianza en Coahuila no tuvimos un recibimiento generoso por parte del Partido Acción Nacional, en el tema de candidaturas no fue generoso con el PRD. Por eso se decidió cerrar el capítulo de Coahuila.
¿Fue unánime la decisión de salirse de la alianza de Coahuila?
—Absolutamente. Fue compartida. Creo que Galileos estuvo en contra.
¿Estas definiciones influirían para no ir en alianza con PAN en Nayarit y Veracruz?
—Eso no nos exime de seguir platicando de alianzas en otros estados. En Nayarit se discute una alianza de los partidos de izquierda llamando a un frente amplio. Y en Veracruz se plantea una alianza amplia junto al PAN que permita desterrar al PRI.
¿Al interior del PRD se ve a una corriente Nueva Izquierda débil que no puede ganar nada al interior del CEN?
—Nueva Izquierda sigue siendo la corriente política más importante dentro del PRD. Somos el mayor número de integrantes del CEN, pero, en un partido democrático como el nuestro, a veces se gana y a veces se pierde. Nueva Izquierda va a seguir siendo la primera minoría pero, al final de cuentas, la corriente que tiene un peso específico, una idea muy clara, hemos sabido ser minoría y mayoría. Nueva Izquierda tiene futuro.
Pero en las últimas decisiones un bloque mayoritario se ha impuesto a Nueva Izquierda…
—Así ha sido, teníamos la presidencia con Carlos Navarrete, vino Agustín Basave y acompañamos la dirigencia con Alejandra Barrales. Creo que nosotros no entendemos la política como derrotar o avasallar.
¿No se ve un declive o una posible desaparición de Nueva Izquierda?
—No lo veo así, creo que Nueva Izquierda tiene muchos años, ha sido el semillero de muchos de los dirigentes actuales del PRD que han salido de Nueva Izquierda: Carlos Sotelo, Miguel Barbosa, Guadalupe Acosta Naranjo, es decir, Nueva Izquierda es una escuela política en donde se siguen generando nuevos cuadros, por eso veo muy lejana una desaparición como la corriente Nueva Izquierda.