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A tan sólo 14 días de terminar su gestión como gobernador de Puebla, el aspirante presidencial del PAN, Rafael Moreno Valle, lanza un mensaje y asegura que si no hay equidad en la contienda interna del blanquiazul, el partido se va a fracturar y estaría en riesgo de perder la elección presidencial de 2018.
En entrevista con EL UNIVERSAL en la Casa de Gobierno, Moreno Valle dice que al interior del partido se ha visto en repetidas ocasiones que si hay división hay campañas de brazos caídos, los equipos de los demás aspirantes no se integran y no participan porque se sienten excluidos.
Recordó que en 2012 con la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota no hubo cohesión y se debe aprender de los errores para garantizar la unidad. Desde ahora vislumbra una contienda “muy cerrada y compleja”, en la que tendrán que trabajar mucho y con la cabeza fría para que el blanquiazul se convierta en la opción del cambio que está buscando el país. Pero pide que sea respetuosa y sin descalificaciones.
Tras hacer un balance de su gestión, que concluye el 31 de enero, adelanta que está listo para la competencia interna del PAN y lanza: “¡Como quieran… quiero!”. Detalla que él va a cualquiera de las elecciones para definir al candidato, ya sea por contienda entre los militantes o con los ciudadanos, lo único que no aceptaría sería la designación, porque el “dedazo va en contra de la democracia interna del partido y sería un gravísimo error”. Afirma que va a la contienda interna y si no sale electo aceptará el resultado y se pondrá a trabajar por el partido.
Además, le manda un mensaje al presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y le dice: “¡Que me diga cuándo grabamos!”, es decir, acepta salir en los spots del PAN.
¿Cómo se siente?
—Muy contento y satisfecho.
¿Cómo recibió el estado, luego de seis años del ex gobernador Mario Marín?
—Puebla estaba en un momento muy complicado y difícil en todos los frentes, desde el punto de vista financiero había una deuda de 9 mil 100 millones de pesos, de los cuales 6 mil millones de pesos se pidieron en la administración de Mario Marín (PRI); había un déficit operativo, un sistema de pensiones quebrado que se pagaba con participaciones federales; problemas en el sector salud con un abasto de medicamentos de 50% en hospitales y clínicas, en materia educativa estaba en los últimos lugares; en infraestructura teníamos un rezago enorme, sin sistemas de transporte masivos y en 2010, antes de que tomara el gobierno, Volkswagen llevó su inversión a la planta de motores en Silao, Guanajuato, es decir, habían dejado de invertir y de confiar en Puebla.
¿Qué logros destaca?
—Hemos recuperado el orgullo de ser poblanos. Recordemos que hace seis años de lo que se hablaba en Puebla era de corrupción, de los escándalos del Góber Precioso, Puebla era de los últimos lugares en todos los rubros: combate a la pobreza, educación, salud, rezago en infraestructura… y ahora le regresamos al estado el lugar que le corresponde en el país y ante el mundo.
¿En materia de seguridad?
—Los índices delictivos ponían a Puebla en un estado relativamente seguro, salvo el indicador del robo de vehículos que era bastante elevado, por ello hicimos y cumplimos el compromiso ante Notario Público de reducir el número. El reto ha sido mantenernos como un estado seguro, porque tenemos colindancias complicadas con Guerrero, Veracruz, Morelos y Estado de México.
¿Cómo dejará usted la deuda estatal?
—Hoy la deuda asciende a 8 mil 500 millones de pesos conforme a datos de la Secretaría de Hacienda, deuda que para el presupuesto de Puebla, de 71 o 72 mil millones de pesos es manejable.
¿Cómo ve al país?
—En una situación bien complicada, como economista veo que ha crecido la deuda pública, que la moneda se ha devaluado de manera dramática como no lo hemos visto en décadas. Una devaluación mayor te sube el precio del combustible.
Ante la llegada de Donald Trump sugiero una estrategia de posicionamiento de marca del país, hay que sumarnos en unidad al proyecto de México, independientemente del partido.
¿Se puede revertir el gasolinazo?
—Es muy difícil, es muy complicado, porque liberalizaron el combustible. Lo que nos toca, que además es una cuestión legislativa, lo que se requiere desde los gobiernos estatales son soluciones y tenemos que responderle a la gente, porque este tema y otros han afectado la economía familiar.
¿Usted representa el cambio que México necesita para defenderlo de Donald Trump?
—Si se le pregunta a la gente en la calle si quiere seguir por el mismo camino o considera que se requiere un mundo diferente, la enorme mayoría va a decir que se necesita un cambio y ahí se presenta la disyuntiva de cuál es el cambio que quieres y cuál es el que te va a garantizar un rumbo adecuado para el país.
¿Usted podría encabezar ese equipo?
—Por supuesto, estoy convencido de ello y estoy a favor de involucrar a todos, lo hicimos en Puebla y podemos hacerlo en el país.
¿A usted nadie lo va a parar para llegar a la Presidencia de la República?
—Cada vez que he competido en un proceso electoral he ganado, ya sea interno o constitucional. Yo preguntaría, por qué no voy a entrar a un juego de denostaciones contra mis compañeros del partido, porque lo que más se requiere para que el PAN pueda ganar la Presidencia de la República en 2018, es la unidad.
Yo propongo un acuerdo entre los que decidan participar en dos etapas: uno inicial, que sirva como filtro, con firmas por si hay alguna persona que no tiene capital político, pero que levante la mano.
Una vez que ya haya candidatos tiene que haber un acuerdo previo, porque no se trata de ganar todo y perder todo, sino de establecer qué pasa con el primer, segundo y tercer lugar, cómo vamos todos a contribuir a que se gane la Presidencia en 2018. Yo estoy en esa disposición de entrar y competir con la confianza de poder ganar, pero también entendiendo que si no me favorece la decisión seguiré trabajando para el partido, y estaré contribuyendo con mi capital político a la causa, esa debe ser la actitud de todos.
¿Ha sentido obstáculos en el PAN?
—No he sentido ningún obstáculo en esos términos. Si lo siento lo voy a enfrentar.
Ricardo Anaya tiene una dualidad, ¿podría afectar?
—Hemos hablado con la dirigencia para garantizar piso parejo, reglas claras y que haya una competencia en la que podamos participar quienes tengamos una legítima aspiración, y yo estoy listo para apuntarme cuando se den los tiempos y en las reglas que se quieran definir. Confío en que se pueda lograr ese objetivo que garantice la unidad, y eso va desde los spots, que no pueden ser patrimonio de nadie.
¿Aceptará participar en estos spots que Anaya ofreció?
—Por supuesto, pero que sean equitativos, que me digan cuándo vamos a ir a grabar, estamos listos, eso nos han venido diciendo desde el año pasado, yo espero que pronto se pueda avanzar en estos temas.
¿Cómo prevé la contienda?
—Yo pido que sea una contienda respetuosa. Primero, sin descalificaciones y también que haya reglas claras y acuerdos previos, porque de lo contrario se puede dividir el partido y eso sería muy grave. Hoy tenemos una posibilidad real de regresar a Los Pinos, hay factores que debemos cuidar y atender.
El otro es cómo poder construir la unidad y cómo cada uno de nosotros acepte reglas muy claras y sobre todo, insisto, estar pensando no sólo en terminar el proceso interno y decir: “Ya soy el candidato”, me pasó como gobernador, yo fui a una interna, le gané a Ana Teresa Aranda y afortunadamente a la hora de tener la confianza de los militantes, dije: “No quiero ser candidato, quiero ser gobernador” y formé una alianza más allá de PAN, a la que se sumaron distintas fuerzas políticas, eso hizo la diferencia.
¿Usted ve a Ricardo Anaya como candidato o contrincante?
—Él tendrá que tomar una definición y hay que buscar un acuerdo de cómo se construyen las reglas, pero esencialmente, él está cumpliendo con una responsabilidad, me parece que si llega un punto en donde no se vuelve compatible, habría que buscar que haya equidad y ha habido muestras de ello, lo he sentido en el discurso, quiere garantizar la apertura de los spots y es una muestra de apertura.
Hay que ver qué otros temas y más negociaciones que se tienen que hacer entre aspirantes panistas, de manera respetuosa para salir unidos, ese es el camino, desde mi punto de vista, si nosotros empezamos a descalificarnos en los medios, vamos a lastimar, no sólo a la persona, sino también lastimamos la marca, al partido.
¿Si no hay equidad en el proceso, el partido se puede fracturar y estaría en riesgo de perder en 2018?
—Así es, sin duda. Eso es algo evidente y que lo hemos visto en repetidas ocasiones, desde un municipio pequeñito, en donde no tenemos la capacidad de unirnos y van desde casos extremos en donde algún panista deja al partido y se va por otra opción política y nos divide, o simplemente brazos caídos, no se integran, no participan, no se hace equipo, se sienten excluidos, pero en ambos casos puede terminar siendo el mismo resultado, y lo hemos visto desde municipios hasta gobiernos estatales en donde no hay esa cohesión, no hay esa unidad, incluso diría que por lo menos parcialmente se dio también en la elección presidencial en 2012, hay que aprender de esos errores y buscar garantizar la unidad, porque es un factor indispensable en lo que será una contienda muy cerrada, muy compleja, de eso estoy absolutamente convencido y habrá que trabajar mucho y habrá que hacerlo con cabeza fría, con apertura, con generosidad, para garantizar que el PAN se convierta en esa opción de cambio que busca el país.
Designación, elección interna o abierta, ¿cuál prefiere Moreno Valle?
—La única que yo no aceptaría es una designación, a mí me parece que el dedazo va en contra de la democracia interna en el partido, en ese sentido me parece que sería un gravísimo error el caer en ese tipo de prácticas y creo que se ha demostrado, por ejemplo en 2006, cuando Felipe Calderón fue a una interna con Santiago Creel, ganó la interna y después la elección constitucional, ahí está el mejor ejemplo de que con democracia interna las cosas funcionan mejor, el reto es que antes de que se dé la contienda los aspirantes tengan acuerdos, porque una competencia mal llevada también puede generar riesgos, porque los equipos van a estar trabajando para el proyecto que se han sumado y puede empezar el golpeteo abajo, aunque arriba haya respeto.
¿Usted le entra a cualquiera de las dos [interna o abierta]?
—Claro, por supuesto, estoy preparado, listo para participar.
¿Cómo ve el padrón del partido?
—Hay que cuidarlo. Debiéramos de facilitarle a los panistas entrar al partido.
¿Con el padrón actual se puede hacer una elección interna?
—Sí, por supuesto. Sí confío en el padrón. No podemos modificarlo a estas alturas, por eso también la apertura de una elección de ciudadanos también me parece interesante, si hay alguna queja de padrón, pues muy sencillo: vamos a una elección abierta, finalmente es lo más parecido a una elección constitucional que podrías tener y sí el que no puede lo menos, no puede lo más, si no puedes ganar en una interna abierta a ciudadanos, difícilmente vas a ganar una constitucional, por eso digo: “Cómo quieran… quiero. Estoy listo para participar”, lo he hecho en diferentes esquemas.
¿Cómo le ha ido con las autori-dades electorales?
—Parece que están más calmadas afortunadamente (…) es necesaria una reforma electoral para que haya claridad en qué se puede y qué no.