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Jaime Serra Puche, uno de los principales negociadores mexicanos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró que la solución a la problemática comercial entre México y Estados Unidos al amparo del acuerdo está mucho más en manos del país que de la Unión Americana.
Aseguró que el déficit que Estados Unidos registra en su economía se debe a problemas de ahorro interno y no a la relación comercial con México.
Destacó que por ello México debe entender que su éxito exportador obedece a su propia apertura al mundo y no lo que han hecho los demás países.
Por tanto, "es muy difícil que en un régimen de cuatro años se de marcha atrás a un proceso de conectividad como el que ha experimentado América del Norte", porque las empresas toman decisiones hoy de largo plazo más que de coyuntura económica, argumentó.
Durante su participación en el Seminario de Perspectivas Económicas 2017 que organiza el ITAM, el ex secretario de Estado mexicano dijo que lo que ha regido hasta hoy en los pronunciamientos entre el presidente electo y su equipo en relación con el comercio internacional es una falta de entendimiento de cómo funciona el mundo.
En su opinión, el déficit comercial de los estadounidense, que es la obsesión que ellos tienen, se explica mucho más por la falta de ahorro de su economía que por el régimen comercial que tienen, es decir, que es un tema macroeconómico y no comercial.
Refirió que a lo largo de los años se ha dado un proceso de integración de la región de manera muy importante. "No me sorprendería nada que el momento que estamos pasando sea una cosa efímera y luego siga creciendo", de acuerdo con la tendencia mundial.
Entonces, suponer que va a haber un cambio paradigmático en la relación comercial en América del Norte es muy arriesgado, estimó.
Por ejemplo, reflexionó sobre las diferencias entre la relación comercial que México tiene con Estados Unidos y la que China tiene con el vecino del norte, que son dos paradigmas totalmente opuestos.
De cada peso que México exporta a Estados Unidos, 40 centavos son de insumos americanos, cifra que contrasta enormemente con el contenido de insumos americanos a las exportaciones chinas hacia Estados Unidos.
“Hoy en América del Norte no sólo nos estamos vendiendo los unos a los otros, sino que estamos produciendo conjuntamente, mientras que la regla con China es lo que los economistas llaman un outsourcing puro”.
Así, continúa, cuando se oye a Donald Trump decir que frente a China y frente a México tienen que dejar que abusen esos dos países de Estados Unidos, "es una cosa inentendible cuando uno se da cuenta de la integración de la región versus la relación con China; son dos mundos totalmente distintos".
Dijo que en un escenario en que Estados Unidos se sale del TLCAN, la relación comercial entre los dos países se basaría en las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en donde se tiene la premisa de la Nación Más Favorecida.
Es decir, “que (Estados Unidos) no nos tratará peor de lo que trata a los otros países y se pueden permitir preferencias en favor de los países con los que se establezcan tratados”.
En este caso, el promedio de aranceles que nos cobraría sería 2.8 por ciento, es decir, que si se salen del TLCAN se estarían pagando aranceles poco importantes que conforme a la realidad actual con la simple devaluación ya más que los cubrió. "Esto no es un efecto mortal, ni mucho menos", argumentó.
Por el contrario, advirtió, si Estados Unidos se sale de la OMC “entonces estamos hablando de una guerra comercial con consecuencias terribles”, y en este contexto, en una mesa de negociación es más importante lo que haga México que lo que haga Estados Unidos.
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