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politica@eluniversal.com.mx
El presidente de la Cámara de Diputados, Javier Bolaños Aguilar (PAN), justificó la entrega del “bono secreto” de 150 mil pesos a los legisladores de San Lázaro y apuntó que no es ofensivo para la ciudadanía, debido a que no es para el patrimonio personal de los legisladores.
En entrevista con EL UNIVERSAL al terminar el tercer periodo ordinario de sesiones, Bolaños negó que la 63 Legislatura vaya a quedar marcada por la entrega del “bono secreto” de 150 mil pesos, porque, dijo, esto abre una ventana de oportunidad para comprobar su utilización y así ser más transparentes ante la sociedad.
En la plática en el último día que estuvo al frente del pleno de la Cámara de Diputados, el panista morelense aseguró que muchas de las percepciones que recibe el diputado no son directamente para que las utilice de manera particular, sino para pagarle a los colaboradores que los apoyan, ayudar a las casas de gestión en sus Distritos y a la atención ciudadana.
Afirmó que las comunidades donde los diputados acercan esos recursos son los primeros en aplaudir que se tenga esa disposición, además mencionó que hoy los legisladores tendrán la oportunidad de dar la cara a los ciudadanos para que sepan cómo se está utilizando y cómo se va a gastar ese recurso.
Al preguntarle si no se debe erradicar el otorgamiento de “bonos secretos”, respondió que lo que no se puede erradicar es la necesidad de la gente, la necesidad de los colaboradores de los legisladores, pero sí se pronunció por mejorar los mecanismos para su otorgamiento.
Al hacer un balance sobre el trabajo de los diputados en este periodo ordinario, reconoció que quedan pendientes en la agenda del Poder Legislativo, pero aseguró que los temas que se quedaron en el tintero no fueron por la falta de acuerdos, sino para enriquecer los dictámenes.
¿Cuál es tu balance político de este periodo que se cierra?
—Es muy positivo. La dinámica de estas sesiones nos permitieron tener debates fuertes, argumentaciones muy intensas en el pleno, pero, al final del día, me parece que fue un primer periodo productivo, ya que más de 160 dictamines fueron discutidos y aprobados en el pleno, lo que genera una producción legislativa de las más altas de las que se tiene registro.
¿Acepta que quedan muchos pendientes?
—Así es. Hay muchos temas que tenemos que revisar, algunos que están empezando a subir en el nivel de presencia ante la opinión pública, algunos otros que en las revisiones y en los análisis no han logrado consensuar de manera suficiente a los integrantes de las comisiones.
¿No le queda a deber esta 63 Legislatura a la ciudadanía?
—A mí me parece que vamos con buen paso, que se están generando buenos productos legislativos y dictámenes positivos que, inclusive, han roto inercias que se venían dando durante mucho tiempo, es el tema de la justicia laboral, por ejemplo, que sin ninguna duda va a marcar un antes y un después en esa materia.
¿Va a dejar marca esta Legislatura?
—Yo no hablaría de marcas, pero sí al menos lo que ha ocurrido en los últimos meses me parece que es una dinámica que hace mucho tiempo no se veía. Y más que la numeralia, es importante que veamos la calidad del producto que se está generando. Subrayo, hay temas de mayor importancia, algunos otros que pudieran parecer de trámite —que quizá lo son—, pero que también no dejan de ser importantes, como el hecho de adecuar las legislaciones vigentes a las últimas reformas que se han venido dando.
Sobre el bono, ¿cree que vaya a quedar marcada esta Legislatura por ese tema?
—Yo creo que no. Yo estoy viendo ahora que se está dando una gran ventana de oportunidad para ser todavía más transparentes ante la sociedad. Lo digo con mucha claridad, muchas de las percepciones que recibe el diputado no es directamente para que lo utilice de manera particular, sino que tiene que ver con el personal que está a su cargo, que no están dados de alta en la Cámara; hay legisladores que tienen dos, tres o hasta cuatro casas de gestión en sus distritos en sus municipios, y hay que pagarle al personal que los atiende, las gestorías que se reciben, la atención ciudadana que se tiene que dar.
Lo que va a ocurrir es que va a ser necesaria la comprobación del gasto que se haga del recurso que se recibe. Creo que eso es una gran oportunidad y me parece que vamos a avanzar en ese sentido que, insisto, nunca está de más una explicación que dar ante la sociedad de lo que se recibe y cómo se aplican esos recursos.
¿No considera que es ofensivo este tipo de recursos?, ya que en las redes sociales la ciudadanía ha manifestado su molestia por este tipo de situaciones.
—Yo creo que se convierte ofensivo cuando no se tiene claridad. Cuando se desglosa de manera puntual en qué se aplica, en qué se está dirigiendo todo este tipo de recursos, me parece que en esa claridad se va teniendo ya la certeza de que no es un recurso único y exclusivamente aplicado para el patrimonio en particular de los diputados. Inclusive, en las comunidades donde se acercan esos recursos son los primeros en aplaudir que se tenga esa disposición.
El coordinador del PRD Francisco Martínez Neri se pronuncia porque se erradiquen estos otorgamientos de recursos adicionales a los legisladores...
—Es entendible su petición, lo que no se puede erradicar es la necesidad de la gente que hay que atender, es la necesidad de colaboradores con los que se debe contar para desarrollar mejor los trabajos y, bueno, pues quizás habrá que revisar cómo se derivan los recursos desde su origen a la aplicación específica que se les va a dar.
¿Tenemos que avanzar hacia erradicarlos o a que permanezcan?
—No, yo me refiero a que, si bien, es cierto los términos del famoso “bono navideño” que —desde mi punto de vista— no existen, lo que hay que buscar es el reconocimiento de que las necesidades de gestoría, de atención ciudadana, de operación de las oficinas van a permanecer. Si se va a necesitar un recurso que el diputado va a bajar acá, a lo mejor puede bajar de manera directa, creo que en la forma en que se pueda aplicar ese recurso puede mejorar en mucho la calidad de la transparencia que le demos a la gente.
Entonces, ¿sí a los recursos, pero que se transparenten o que tenga otro mecanismo?
—Que quede con claridad y se especifique en qué se van a utilizar, quién los va a usar y en qué se van a gastar. Yo creo que esa es la idea.