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politica@eluniversal.com.mx
La monumental porra del PRI retumbó en la sede nacional de Insurgentes. Ahí miles de simpatizantes se alistaron desde temprana hora para recibir al “primer priísta del país”. Ambiente encendido, con porras y arengas políticas en una mañana fría.
El presidente Enrique Peña Nieto llegó en punto de las 11:15 horas y por 29 minutos revivió aquellos tiempos de campaña.
Saludó de mano y se tomó la selfie con decenas de los 7 mil priístas que se dieron cita en el VI Consejo Político Nacional.
Fue casi media hora lo que le tomó hacer el recorrido, en el que brincó dos veces las vallas metálicas, ante el regocijo de los suyos, y puso en aprietos a los elementos del Estado Mayor Presidencial, quienes brincaron sillas, vallas y personas para proteger al mandatario.
A la ceremonia acudieron secretarios de Estado, quienes se convirtieron ayer en consejeros, y políticos como el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
Fecha especial para el Presidente. En la “meca priísta”, un 27 de noviembre de 2011 Peña Nieto se registró como precandidato a la Presidencia; en esa misma fecha, pero un año antes, el todavía gobernador del Estado de México contrajo nupcias con Angélica Rivera. Y ayer, 27 de noviembre, tras tomar la protesta a los nuevos consejeros políticos nacionales de su partido, dio el banderazo de salida a los comicios presidenciales de 2018.
Hizo un llamado a trabajar en unidad y ganar las elecciones estatales y presidencial de 2017 y 2018, porque simplemente “somos el mejor partido de México”.
Tras el anuncio del Presidente, el ejército priísta se avivó y llenó el ambiente de aplausos y de tambores de guerra.
Ahí estuvieron con el rostro serio, adusto, los ex presidentes nacionales Manlio Fabio Beltrones y Roberto Madrazo, quien llegó caminando; desde el estrado, César Camacho lanzó besos y sonrisas para sus compañeras.
A unos metros, los presidenciables, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Meade; el titular de la SEP, Aurelio Nuño. También el secretario de Salud, José Narro.
—¿Ya tiene su credencial de priísta? —se le preguntó a Meade.
—Tenemos muchas simpatías, es el partido de mi padre [Dionisio Meade], es el partido del Presidente y estoy muy contento de estar aquí— dijo el encargado de la política hacendaria.
Así fue la fiesta del tricolor, en la que no sólo soportaron el frío, sino también los acicates del Presidente al fustigar a ex gobernadores que cayeron en corruptelas.
Los tambores retumban en la sede nacional, la contienda por la Presidencia ha comenzado...