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Especialistas coincidieron en que hay una violación sistemática de las Iglesias católica y evangélica a la Ley de Asociaciones Religiosas en el tema del “matrimonio igualitario”, por lo que pidieron la intervención del Estado a cumplir con la legislación y garantizar el Estado laico. Aseguraron que la discusión de la iniciativa presidencial no es religiosa, sino que está en el terreno de lo civil.
Al anunciar la Jornada de 10 días por la paz, Julián Cruzalta, asesor de Católicas por el Derecho a Decidir, sostuvo que el Estado debe ser garante de la laicidad sin que se atente contra la libertad de expresión de nadie, por ello se tiene un marco jurídico que debe aplicarse. Afirmó que se puede vivir en un Estado de derecho sin agraviar a nadie.
“El Estado es el encargado de tener la paz con base en la legalidad, es el encargado de que no nos matemos por miradas religiosas, hemos vivido dos guerras religiosas en este país. El Estado laico no es fruto de la nada. No abramos esa vertiente tan violenta que es el asunto religioso que nos ha costado muchos muertos. Nuestra postura es llamar al Estado a que cumpla con la ley, es el garante para que no nos matemos con estas miradas religiosas sin coartarle a nadie su libertad de expresión. Hay Iglesias que quieren forzar al Estado mexicano a volver 50 años atrás”, indicó.
Acusó que las Iglesias incitan al odio, si bien tienen libertad de expresión cuando se fomenta el odio se trata de un delito que debe ser castigado por la Secretaría de Gobernación. “Se está yendo más allá de la libertad de expresión, tiene derecho a manifestar sus ideas pero no a fomentar el odio, estamos transgrediendo. Hay verdaderas campañas de odio en algunas Iglesias. Parece que en estas semanas hemos retrocedido 30 años en libertad religiosa”.
Destacó que la discusión de la iniciativa presidencial que reconocería el matrimonio entre personas del mismo sexo está fuera del ámbito religioso y se encuentra en el terreno civil de derechos humanos, y corresponderá a cada Iglesia discutir si lo aceptan como sacramento.
Arturo Carrasco, integrante de la Iglesia Anglicana de México, comentó que Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, no se da cuenta de que “su discurso descalifica una orientación legítima y por otro lado, seguramente, no se da cuenta que podía instigar a reacciones violentas contra este sector”. Destacó que la comunidad LGBTTTI ha documentado mil asesinatos.
Aseguró que la iniciativa de matrimonio igualitario no afecta las convicciones religiosas. Rechazó que se atente contra la formación de la sexualidad de los niños y familias, la cual es una facultad “irrenunciable” de cada núcleo familiar.
