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El PRI vive en estos momentos un proceso de renovación profundo y no sencillo, por lo que hace trabajo estructural, aseguró la secretaria general del partido, Carolina Monroy.
Actualmente, afirmó, el partido actúa bajo el argumento de que de lo malo hay que sacar lo bueno, “y después de lo que la ciudadanía manifestó en las urnas en junio pasado, a partir de ahora es indispensable que la transparencia, la eficiencia y la honestidad de los gobiernos sea el primer compromiso que oferten y garanticen los institutos políticos”.
En este sentido, reconoció que ha habido muy buenos y buenos gobiernos emanados del PRI, al igualque otros que fallaron y otros más que tienen serias observaciones y cuyo final está en proceso, a quienes no se les debe calificar ni nombrar, aunque bajo ninguna circunstancia pueden negarse.
La también diputada federal reconoció que la ciudadanía se manifestó en contra de lo que no le gusta de los gobiernos y que este sentir lo hizo incluso, en contra del mismo tricolor, factores que no se pueden negar, “ya que al contrario, hoy se toman en cuenta para el trabajo y el futuro de la oferta política del partido”.
Monroy destacó que a pesar de que el PRI perdió en los comicios pasados cinco gubernaturas, en la mayoría de las entidades federativas donde hubo elecciones, el Revolucionario Institucional ganó de manera absoluta el Congreso Local, lo que lo ubica como el partido político mayoritario en preferencias de los mexicanos.
Monroy precisó que los resultados se traducen en que la ciudadanía demanda que quienes aspiren a ser sus gobernantes “sean gente seria, de probada trayectoria y absolutamente transparente, con preparación”.
Acusó que existe una estrategia de denostación de los otros partidos contra el PRI, lo que propicia que haya una percepción de que los gobiernos emanados de este partido son los que han fallado; “sin embargo, la idea es errónea, pues en proporción, los malos gobiernos han sido de todos”.
