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ricardo.gomez@eluniversal.com.mx
“Quiero ser gobernador de Coahuila”, suelta el senador del PAN Luis Fernando Salazar. Al destaparse para la gubernatura, dice que las elecciones del próximo año —que incluyen Nayarit y Estado de México— son el momento ideal para que el PRI, cuyo membrete es enarbolado por los Moreira, (Humberto, ex gobernador, y Rubén, actual mandatario) sea derrotado.
Un día sí y el otro también, echa en cara a los Moreira —moreirato, les llama— y al PRI la deuda del estado; asegura que “el dinosaurio” puede ser derrotado el próximo año en una entidad en la que no ha sido vencido.
El legislador adelanta que de hallar pruebas suficientes, no le temblará la mano para meter a la cárcel a alguno de ellos y señala a Humberto Moreira como artífice de “la deuda ilegal que ahoga al estado”.
El joven panista hace un balance de su entidad: deuda creciente e inseguridad es su diagnóstico.
Confía en que la dirigencia nacional del PAN, encabezada por Ricardo Anaya, conduzca un proceso interno terso. No ve mal una alianza opositora con partidos como el PRD, aunque destaca que debe tener como base un elemento fundamental: la ciudadanía.
Panorama oscuro
¿Cuál es el balance que hace de Coahuila en este momento?
—Lamentablemente, ocupa el primer lugar nacional de deuda per cápita. Cada coahuilense debe 12 mil 392 pesos. Cuando llegó Rubén Moreira, el estado tenía una deuda de 36 mil millones de pesos en números redondos. En cinco años hemos pagado, de puros intereses y manejo de deuda, 19 mil millones de pesos y hoy seguimos debiendo 36 mil millones de pesos.
Nacer, morir, contraer matrimonio, divorciarse, poner un puesto de tacos, sacar la licencia de conducir o poner placas, todo eso es más caro en Coahuila que en otro lugar del país. ¿Por qué? Porque nos endeudaron de manera ilegal, una megadeuda, y la solución del gobierno fue subirle los impuestos a los ciudadanos.
Hoy lo que se invierte en obra pública, por ejemplo, es inferior a lo que se paga a los puros bancos por concepto de intereses por manejo de deuda.
Por ejemplo, lo que pagamos de deuda al año es superior al presupuesto de la capital, Saltillo, Torreón y Monclova, donde habita prácticamente 60% de la población del estado.
Por eso no ha llegado la inversión suficiente, tenemos servicios e impuestos caros y hay deterioro en todos los rubros de la vida de Coahuila. Por ejemplo, en salud somos lamentablemente el primer lugar nacional y sexto lugar mundial de obesidad infantil.
Hipotecaron el futuro de los coahuilenses por dos generaciones con esta deuda ilegal, además hay una deuda social importante por derechos humanos. Cuántas historias se escuchan de miles de desaparecidos.
Luego del 5 de junio, ¿cómo creció el PAN y cómo le ayuda a usted?
—Representa la gran oportunidad de responder a la confianza de la gente, que los ciudadanos voltearon a ver al PAN porque han probado ya y han palpado los resultados de un gobierno que no ha sido exitoso.
La realidad local de cada uno de esos estados en los que tuvimos la oportunidad de ganar la gubernatura era una realidad lacerante que lastimaba de manera profunda el desarrollo de la vida de los ciudadanos de cada uno de esos estados, llenos de corrupción, de inseguridad, llenos de excesos, como es justamente la historia que arrastra mi estado, Coahuila.
“Momento para la alternancia”
¿Todo esto es herencia del PRI, que no ha dejado el poder?
—Sí. Hoy, ante lo que ocurre a nivel nacional con gobernadores que se rehusan a dejar el poder, que insisten en impulsar paquetes legislativos que les den impunidad [Veracruz y Quintana Roo], yo les quiero decir que el impulsor de esto fue Humberto Moreira.
Es el sello del PRI, es el sello del moreirato. Creo que Coahuila está listo para la alternancia y vamos a hacer nosotros lo necesario para que la alternancia se dé.
Creo que tenemos que integrar un frente común, un proyecto político de gobierno integrado por ciudadanos y miembros de cualquier otro partido, incluso creo que hay muchos priístas que no están conformes con el estilo de gobernar del moreirato y ven una realidad que nos lastima.
¿El frente opositor por quiénes podría estar integrado?
—En Tamaulipas, por ejemplo, el PAN iba solo y se logró un movimiento de cambio en que todos se sumaron. Justamente por eso, no son las siglas las que integran el proyecto de cambio, no son los partidos, sino los ciudadanos con ideologías distintas pero que tiennen como misión común encontrar el cambio y la alternancia. Por eso vamos a hacer este llamado más allá de partidos, al final de cuentas queremos un proyecto político de gobierno que nos ayude al cambio en Coahuila.
¿A usted le gustaría ser candidato de Acción Nacional a la gubernatura de Coahuila?
—Por supuesto, quiero ser gobernador de Coahuila. En el PAN son varios actores los que pretenden esta posición, todos valiosos, todos con su liderazgo, pero también quiero decirte que al final vamos a llegar a una candidatura de unidad. Y en eso están nuestros esfuerzos, en conseguir la alternancia en Coahuila y que encontremos el cambio.
Por supuesto que buscaré encabezar este proyecto, no sólo para ser candidato, sino para ser el próximo gobernador de Coahuila.
¿Qué tipo de procedimiento interno analizan para elegir candidato del PAN?, ¿cuál le gustaría?
—En primer lugar, es un tema que no me toca definir únicamente a mí. Sería muy irresponsable hablar de algo al respecto, pero lo que sí te puedo decir es que confío en que el método, la política que se implementó desde el partido y dio como resultado siete gubernaturas ganadas, fue la adecuada.
Ese mismo camino es el único que espero, pero estará en manos de la dirigencia nacional.
El PAN tiene como foco cuidar la unidad y las condiciones de esta realidad que se nos presenta para lograr la alternancia en Coahuila. Tengo amplísimas posibilidades de ocupar la gubernatura de Coahuila.
¿Por qué es usted el candidato a gobernador que más le conviene al PAN en Coahuila?
—Primero, porque conozco a profundidad mi estado. Fui delegado federal de la Secretaría de Desarrollo Social, conocí el estado con trabajo presencial, los municipios; conocí de cerca la realidad de los coahuilenses.
Y sobre todo porque no he dejado de señalar el principal mal que le aqueja a Coahuila: la deuda.
Me acusan de ser monotemático, pero sí, el tema es el gran detonador de todos los problemas que surjen en el estado. Si no hay inversión, dinero, si hay problemas de salud, de derechos humanos, es justamente porque esta deuda acabó con las instituciones y con la vida. Hoy nos tiene rezagados.
Fui el primer senador en presentar una reforma antideuda que luego se aprobó enriquecida con otros elementos y aportaciones.
¿El tema de la deuda es suficiente para ganarle al PRI?
—No lo sé. Yo creo que el planteamiento debe ser: ¿Queremos seguir por ese camino? ¿Las cosas en realidad han dado resultados?
Es más amplio que eso. La deuda es una consecuencia de un sistema equivocado, totalmente vulnerable a actos de corrupción y que ha detonado lo peor: la corrupción, que trae problemas de endeudamiento y trae problemas de inseguridad. Creo que no necesariamente se trata de la deuda, sino del futuro de las familias.
¿Es el momento propicio para que Coahuila entre a la alternancia?
—Estoy convencido de ello. En menos de un año va a llegar la hora para la alternancia y ese proyecto que sume a todos, a los ciudadanos que quieran cambiar al estado.
¿Qué opina de formar una alianza con el PRD?
—A mi me gustaría. Yo creo que sí, aunque la alianza es con la ciudadanía, pero en la medida que más partidos de oposición se sumen a un proyecto de cambio, bienvenidos.
Parece que la fórmula mágica son las alianzas. ¿El PAN está abierto a ellas en Coahuila?
—Sí, pero también quiero resaltar que en estas alianzas con el PRD o cualquier otro partido, si el proyecto abriga una coalición ciudadana, a veces los partidos salen sobrando.
Hay casos en los que la alianza suma, como en Veracruz, Durango y Quintana Roo, pero esto no pone un límite a la posibilidad de que el cambio se dé con o sin otro partido.
¿No sería pragmatismo ir con el PRD?, porque luego el cambio no se cristaliza. ¿Existe ese riesgo?
—Yo creo que sí existe ese riesgo en cualquier alianza o gobierno de coalición, pero no por eso hay que descartarla. El anhelo de cambio lo tienen todos. Es sano encontrar alternancia con un gobierno que esté dispuesto a sumar a todos, más allá de las coincidencias ideológicas.
“El dinosario va a caer”
¿Es posible ganarle al PRI? ¿De qué tamaño es el dinosaurio?
—Claro. Es el mismo PRI que estuvo en las siete gubernaturas que perdieron contra el PAN y sus aliados.
Yo creo que tenemos todas las condiciones puestas para ganar. Coahuila ha votado por el PAN, yo mismo soy senador de mayoría, esto nos da posibilidad de la alternancia.
El PRI, “el Moreirato”, no son un enemigo fácil...
—Tenemos el tamaño... somos más grandes que el endeudamiento y que el rezago y la inseguridad que nos dejaron. Somos más grandes que eso, y estoy convencido que será una ola democrática la que sacuda al moreirato en 2017.
¿No teme que el gobierno federal meta la mano en el proceso?
—Probablemente lo van a hacer, pero no tenemos temores; estamos convencidos de que aunque no sea un proceso electoral sencillo, vamos a contar con lo necesario para triunfar.
O sea, ¿el dinosaurio es grande, pero no invencible?
—El dinosaurio es grande, pero por ser tan grande va a caer más fuerte, la caída va a ser más dolorosa.
¿Cuál es su propuesta de gobierno? La deuda es un tema, ¿pero hacia dónde se enfocaría?
—Es un tema que se tiene que recoger con la opinión, en mesas de trabajo de los ciudadanos con quienes evidentemente vamos a construir la propuesta de gobierno.
Hay dos puntos: primero, no nos vamos a robar el dinero; segundo, vamos a acabar con todos los gastos y excesos que ha manejado este gobierno y que incluye privilegios que lejos de beneficiar a quienes más los necesitan, se quedan en quienes participan en él.
Vamos a renegociar las condiciones de la deuda. No creo y no me parece correcto que Coahuila pague 5 mil millones de pesos de intereses por manejo de deuda al año y que eso sea superior al presupuesto con el que cuentan algunos municipios.
Haremos justicia, llamaremos a cuentas a los responsables, vamos a abrir las averiguaciones previas correspondientes y a dar cuentas de propiedades de todos los que se encargaron de convertirnos en el estado más endeudado del país.
Los candidatos del pasado 5 de junio prometieron meter a la cárcel al gobernador en turno. En su caso, ¿usted tendría esa misión de llevar a la cárcel a Rubén Moreira?
—Quien aspira a llevar un proyecto de cambio en Coahuila no debe estar dispuesto a solapar a quienes han lastimado a los coahuilenses. Obviamente, tendremos mano dura y aplicaremos todo el riego de la ley contra los responsables de dejar así al estado.
O sea, ¿si hay elementos procedería por las vías judicial o administrativa contra él?
—Yo lo que te digo es que no habría una cacería de brujas, pero lo que sí habría sería una aplicación estricta de la ley.
Habría una decisión completa de mi gobierno de llamar a cuentas y ante la justicia a quienes nos dejaron en este estado de endeudamiento atroz. Habría una decisión para sancionar y castigar a los culpables.
¿Pero el tema de la deuda no da como para decir que hubo un daño al erario, para fincar una responsabilidad y así poder llevarlos ante la justicia?
—Desde mi punto de vista, lo hay. Se cumplen todos los elementos, pero soy senador, no Ministerio Público. No me corresponde averiguar, lo que sí te digo es que desde mi punto de vista Humberto Moreira es responsable de esto.
¿Humberto?
—Por supuesto, y el moreirato, porque no es una sola persona; es un grupo de personas que han participado en las dos administraciones.
¿Humberto y Rubén?
—Los dos Moreira estuvieron en ambas administraciones....
¿Y si hay elementos suficientes, senador, no le temblará la mano para llevar a alguno de los dos Moreira a la cárcel?
—Si hay elementos, no me temblará la mano, por supuesto que no.