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La Comisión Permanente aprobó un dictamen en el que considera de suma importancia legislar sobre la ética pública en las campañas políticas, con el propósito de fortalecer el sistema democrático, favorecer la exposición de ideas y propuestas de gobierno.
En el punto de acuerdo se expone que las campañas políticas basadas en la guerra sucia resultan negativas para la vida institucional de México, provocan que las confrontaciones persistan aun después de la elección y no abonan al consenso político.
Indica que toda campaña genera rivalidad entre candidatos y esa confrontación se puede volver tensa y hasta agresiva, pero no pocos actores y analistas políticos han denunciado “lo encarnizado que resultaron las pasadas contiendas electorales, que tuvieron como denominador común la constante y permanente descalificación personal entre los candidatos participantes”.
Expone el documento avalado que “no hubo un día de campaña en que no fuera noticia la revelación de algún entramado o pasado turbio de alguno de los contendientes, en la jornada electoral del pasado 5 de junio”.
Esta situación, agrega, “nos obliga a preocuparnos y alertarnos del grave descrédito que estamos haciendo a nuestras instituciones. No resulta sano para ningún sistema democrático privilegiar el descrédito del adversario por encima de las propuestas de campaña; no será denostando como fortaleceremos nuestra democracia y legitimaremos el encargo público”.
Frente a este escenario, considera, es urgente que el Congreso de la Unión legisle para eliminar, en la medida de lo posible, las campañas basadas en la mentira y la calumnia, y privilegien en todo momento las campañas propositivas y éticas.
Por ello, la Comisión Permanente convocó a los legisladores a presentar iniciativas en materia de ética pública en las campañas, en el marco de los derechos políticos fundamentales.
“Debemos encaminar nuestras leyes para que la publicidad electoral se desarrolle de una manera ética con estricto apego a la verdad e insistimos en eliminar el financiamiento público a los partidos y a las campañas electorales sin recurrir a fondos extranjeros ni de dudosa procedencia”, se menciona en el punto de acuerdo.
En el dictamen a la propuesta, senadores y diputados reconocen que cada vez que un proceso electoral está en puerta, las campañas políticas son una constante en todos los medios, toda vez que esta es una prerrogativa de la que gozan los partidos políticos, pero necesariamente deben estar orientadas a promover el voto a través de la difusión de propuestas y plataformas políticas.
Por ello, dice, “es de suma importancia continuar legislando en materia de ética pública en las campañas políticas, ello con el propósito de fortalecer nuestro sistema democrático, para favorecer la exposición de ideas y propuestas de gobierno”.
