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Entre mariachis, música de banda y cohetones de feria, los candidatos punteros, el priísta Alejandro Murat Hinojosa y el perredista José Antonio Estefan Garfias, se autonombraron gobernadores electos de Oaxaca.
Después de dos meses de campaña, las multitudes se acabaron para los candidatos a gobernador de esta entidad.
Anoche, después de las votaciones, los políticos encabezaron festejos poco concurridos en sus respectivas trincheras, mismos que apenas duraron 10 minutos.
En la celebración de Alejandro Murat Hinojosa, hijo del ex gobernador José Murat, se vio un escenario que muchos artistas envidiarían, el cual fue montado en la Plaza de la Danza del centro capitalino.
El logotipo tricolor resaltaba entre los cinco extremos del templete que asemejaba a una estrella, mientras una banda le pegaba duro a la tambora.
Pantallas gigantes, cohetones al por mayor y un castillo de fuegos artificiales que al final formó la palabra “Sí se pudo, Alejandro”, coronó el festejo de la campaña del candidato de la alianza conformada por PRI- PVEM-Panal, quien desde el arranque de su proselitismo tuvo 60 días de actividades por todo el estado de Oaxaca.
A pesar del gasto, la Plaza de la Danza lució semivacía.
El frío poco común en estas épocas en Oaxaca, no ayudó y en su mayoría las juventudes priístas fueron las que respondieron al llamado del candidato que destacó “hoy Oaxaca ha decidido que sí se puede y sí se pudo”.
“Con su ayuda vamos a escribir las nuevas páginas de la historia de Oaxaca. Tenemos proyectos que juntos vamos a construir y volverlos resultados”, expresó el candidato tricolor mientras cientos de papeles de colores volaban por los aires.
Más fue el tiempo que duró la espera, comparado con el discurso de cinco minutos que pronunció Murat Hinojosa, en el que aseguró que triunfó de manera sólida y contundente.
Los cenecistas y los cetemistas, mucho menos los taxistas que lo apoyaron en sus eventos de campaña aparecieron en el festejo.
En otro escenario, más austero y con mucho menos gente, el candidato de la alianza PRD-PAN, José Antonio Estefan Garfias, pronunció un discurso ganador que contrastaba con las caras largas y de incertidumbre de su equipo de campaña dentro del búnker.
A pocos minutos de la Plaza de la Danza, la calle Dalias a la altura del 220 fue cerrada por la celebración del perredista. Un camión fue utilizado como templete para que un mariachi amenizara a los pocos asistentes.
Encima del camión, Pepe Toño reconoció que fue una contienda complicada, difícil y competida, “pero de veras se los digo, el mayor triunfo de Oaxaca, en la historia de Oaxaca, lo tuvimos hoy, ganamos la elección y estaremos en palacio de gobierno el 1 de diciembre”.
Austero como sus últimos eventos de campaña e igual de cortos sus discursos, el candidato advirtió: “Sabemos defender el voto y lo estamos haciendo. Hay lobos que están acechando y sobornadores que traen llenas las bolsas, pero Oaxaca ya decidió, ganamos la elección”.
El clima lo describió perfecto: fue una noche fría con festejos fríos.
