Las entidades que conforman la Megalópolis requerirán una nueva regulación ambiental integral que defina políticas públicas vinculantes para toda la región, que hoy en día no existen, definieron funcionarios de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.
Tras reunirse en San Lázaro, funcionarios de la CAMe, encabezados por su coordinador Ejecutivo, Martín Alberto Gutiérrez Lacayo, destacaron que “el problema ambiental de la Megalópolis no se debe al factor único del automóvil, si bien representa la mayor problemática, deben impulsarse políticas como un transporte público megalopolitano”.
Afirmó que se necesita además de “la actualización de los sistemas de monitoreo; una legislación nueva en materia de calidad del aire; así como establecer regiones de emisiones cero, políticas que no serán posibles sin un Fondo de inversión exclusivo de la Megalópolis”.
Estas propuesta coinciden con las presentadas por la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre la necesidad de un nuevo marco jurídico en materia de medio ambiente y sustentabilidad, expresó a su vez el secretario de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Fernando Rubio Quiroz.
Recordó que el PRD definió en la agenda para la LXIII legislatura de la Cámara de Diputados, propuestas enfocadas a privilegiar el medio ambiente y el desarrollo sustentable, donde se proponen mejoras a la legislación en materia de calidad del aire y en manejo de los residuos sólidos urbanos, entre otros.
Resaltó que desde el inicio de la actual Legislatura, el PRD ya anticipaba la crisis que esta viviendo la Ciudad de México en términos de contaminación, y se presentó un punto de acuerdo para que la Cámara de Diputados creara una Comisión Especial de la Megalópolis, a fin de dar seguimiento y vigilancia a los acuerdos de la CAMe.
“Los problemas ambientales se deben a diversos factores, entre los que destacan la condición geográfica del Valle de México; la falta de actualización de los sistemas de monitoreo atmosférico para toda la megalópolis; la escaza regulación en materia de calidad del aire y; que actualmente no existen políticas públicas a nivel megalopolitano”, anotó a su vez Gutiérrez Lacayo.
erp