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francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
El embajador permanente de México ante las Naciones Unidas, Juan José Gómez Camacho, afirma que nuestro país jugó un papel “clave” en la construcción del consenso internacional para modificar la estrategia global contra las drogas.
Reflexiona y advierte: “Con la resolución adoptada se establecen nuevos términos para la discusión en donde no estemos concentrados en la parte punitiva de persecución, producción y consumo, y pongamos al ser humano en el centro del debate”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el embajador Gómez Camacho subraya que la comunidad internacional espera que México mantenga el liderazgo del debate. “El enfoque de derechos humanos será fundamental en la construcción, a partir de los nuevos términos del diálogo, de la estrategia global, para atender el problema de las drogas que deberá revisarse en 2019”.
Después de la participación del presidente Enrique Peña Nieto ante la Asamblea General y de la aprobación de la resolución sobre drogas, ¿qué sigue?
—Para el gobierno mexicano, la UNGASS no fue la conclusión de un proceso, es exactamente lo contrario, es el inicio de uno.
¿Ya no es central el prohibicionismo?
—Como dijo el Presidente: hay que seguir haciendo con toda fuerza lo que se ha hecho bien, pero con flexibilidad hay que cambiar lo que no ha funcionado. La propuesta de México desde el principio —y que fue lo que hicimos en la construcción de este documento— fue simplemente ampliar los términos de la discusión, hacer una discusión integral en la que se revisen todos los ángulos, en su integralidad el fenómeno de las drogas.
En donde no estemos concentrados en la parte punitiva de persecución, producción y consumo y pongamos al ser humano en el centro de la discusión, en donde un criterio central sean los derechos humanos.
¿Será difícil abandonar el prohicionismo?
—Va a ser complejo, pero posible.
¿Cuál fue el papel de México?
—Jugó un papel central y seguirá jugándolo, después del discurso del Presidente, que fue recibido con enorme entusiasmo y optimismo, y con un gran respeto por el liderazgo que México ha tenido en este tema. Esto refleja que la comunidad internacional espera que México siga sosteniendo ese liderazgo y lo vamos a hacer.
¿Cómo avanzar en esto que hoy se ha logrado en Naciones Unidas y en este decálogo propuesto por el presidente Peña Nieto cuando internamente en México hay muchos problemas?.
—El tema nacional, el Presidente explicó los efectos del crimen organizado, tráfico de drogas y los efectos de la violencia, de los esfuerzos tan importantes que realizan no sólo las instituciones nacionales sino la sociedad. En buena medida, muchas de las acciones que hacemos en la ONU son esfuerzos que tienden a complementar los esfuerzos internos. No se puede pensar, como dijo el Presidente, que el tema de drogas o del crimen organizado puede ser abordado de manera unilateral. No es un fenómeno privativo de un país, es transnacional y debe ser por ello abordado por la comunidad internacional de manera colectiva, coordinada y con estrategias inteligentes y compartidas, de otro modo no hay manera de tener éxito. A nivel nacional estamos haciendo nuestra tarea.