A más de 60 años de que se instituyó el voto de la mujer en México, en el Congreso aún prevalece la inequidad, pues en ninguna de las dos cámaras son mayoría e incluso en los órganos de gobierno y comisiones siguen siendo minoría. Los hombres dominan el parlamento mexicano.
En el caso de la Cámara de Diputados, 212 son legisladoras (42.4%) y 288 hombres (57.6%). Esta proporción no se refleja en las presidencias de las 56 comisiones ordinarias que tiene la Cámara de Diputados. Solamente 17 mujeres presiden algún órgano legislativo ordinario, mientras que 39 hombres encabezan una comisión.
A pesar de que sólo 17 legisladoras son presidentas de comisión, lo son en órganos legislativos importantes como las comisiones de Comunicaciones y Transportes, Gobernación, Hacienda, Educación, Energía, Radio y Televisión, Trabajo y Seguridad Social.
En la distribución de comisiones, el PRI es el partido que más mujeres tiene encabezando una comisión, con siete. Pero esto responde a que tiene la primera minoría en la Cámara de Diputados. Le sigue el PAN con cuatro presidencias; luego el PRD, con dos mujeres; Morena, también con dos; el Partido Verde, una diputada y otra en Movimiento Ciudadano.
En la composición de la Cámara de Diputados, el grupo parlamentario que más equilibrio tiene en la proporción entre hombres y mujeres es Nueva Alianza: seis hombres y cinco mujeres. En tanto, Morena es la fracción que más mujeres tiene, con 19 por 17 hombres.
Movimiento Ciudadano cuenta con 14 hombres y 11 mujeres. Encuentro Social tiene cinco hombres y tres mujeres. El Verde tiene 26 hombres por 16 mujeres. El PRD, 38 hombres y 22 mujeres. El PAN, 62 hombres y 47 mujeres. El PRI tiene 119 hombres y 89 mujeres.
Además, en la 63 Legislatura hay ocho grupos parlamentarios. Sin embargo, sólo una mujer es coordinadora de una de las bancadas, Rocío Nahle, lideresa de la fracción de Morena. En contraste, hay siete hombres encabezando a los diputados de los demás partidos.
Los coordinadores hombres son: César Camacho (PRI), Marko Cortés (PAN), Francisco Martínez Neri (PRD), Jesús Sesma (Verde), Clemente Castañeda (MC), Alejandro González (PES) y Alfredo Valles (Panal).
Legisladoras de las tres principales fuerzas políticas (PRI, PAN y PRD) coincidieron en que hace falta más participación de las mujeres en la toma de decisiones de la política y en especial de la Cámara de Diputados.
Afirmaron que es necesario un equilibrio entre hombres y mujeres para ocupar cargos de alto nivel, además de que es importante que se terminen las llamadas Juanitas.
La ex subprocuradora de la PGR y diputada federal del PRI por Oaxaca, Mariana Benítez Tiburcio, dijo que en la actual Legislatura sólo 32% es encabezada por una mujer, y en la pasada, es decir, en la 62, era sólo 21%.
La ex candidata presidencial y ahora diputada del PRD, Cecilia Soto, presidenta de la Comisión de la Ciudad de México, dijo que hay 540 funcionarios en el Palacio Legislativo de San Lázaro y es abrumadora la presencia de hombres.
Criticó que en el pleno quienes sirven el café sean solamente mujeres, “porque ese es un mensaje subliminal, y también debería haber equidad para que también haya hombres que hagan esta labor”. Resaltó que también los cargos de las secretarías técnicas que apoyan el trabajo en comisiones son mayoritariamente ocupados por hombres.
Añadió que ha habido avances, pues en la Legislatura de 1991-1994, las mujeres representaban sólo 8% de los 500 diputados y en ésta ya suman 42.4%.
Asimismo, la presidenta de la Comisión de Hacienda, la panista Gina Andrea Cruz Blackledge (PAN), afirmó que es importante que se avance hacia la equidad de género. Dijo que no solamente hace falta que las mujeres sean postuladas a puestos de elección popular, sino se deben preparar.
“Es importante que se estén dando pasos en el sentido de promover la participación, por otro lado, también es importante que las mujeres nos preparemos para ello, no simplemente porque una mujer tenga una cuota de género quiere decir que va a rendir los resultados que se esperan. Aquí la responsabilidad es doble para las mujeres, debemos prepararnos para llegar a estos espacios”, dijo la panista.
La legisladora añadió que debido a la diferencia entre el número de comisiones que son presididas por hombres y las que son presididas por mujeres “es importante que haya paridad”.
Senado
En el Senado de la República la presencia de de la mujer está lejos de los ideales de paridad y equidad de género.
De acuerdo con estadísticas de la Cámara Alta, la 63 Legislatura está compuesta por 128 senadores, 81 son hombres y 47 son mujeres. Es decir, las mujeres ocupan 35.4% de los escaños por 64.6% de los hombres.
En los órganos de dirección del Senado predominan los hombres. En la Mesa Directiva, de sus nueve integrantes sólo cuatro son mujeres, la presidencia la ocupa el senador Roberto Gil (PAN); entre los tres vicepresidentes, sólo hay una senadora, Rosa Adriana Díaz (PAN).
En la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el órgano de gobierno de la Cámara Alta que preside el senador Emilio Gamboa Patrón (PRI), de sus siete integrantes sólo hay una senadora, Sonia Mendoza Díaz (PAN).
Las fracciones parlamentarias también están encabezadas por varones, Emilio Gamboa, coordinador del PRI; Fernando Herrera, del PAN, Miguel Barbosa, del PRD, Carlos Alberto Puente, del PVEM, y Manuel Bartlett, del PT.
En las comisiones legislativas la tendencia es la misma. De las 64 comisiones ordinarias, sólo 18 son presididas por una mujer; de las 15 comisiones especiales, sólo cuatro son las que encabezan senadoras.
De las cuatro comisiones bicamerales, dos de ellas —Seguridad Nacional y del Canal del Congreso— son presididas por varones, mientras que en las otras dos —Concordia y Pacificación y del Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión— aún no se ha designado presidente o presidenta de la comisión.
La senadora Diva Gastélum (PRI), presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, expresó que aunque todavía no hay una democracia paritaria, el Senado ha hecho una hazaña para poder alcanzar 40% de representación de las mujeres.
“Hemos ido avanzando, ganando esos espacios. En el caso del Senado esto es un avance importante, porque es el producto de una lucha que dimos desde el inicio de la 62 Legislatura. Todavía nos falta mucho para tener una democracia paritaria”, destacó.
La priísta expresó que la violencia política hacia las mujeres es un candado que no las deja avanzar, ahí está el caso de Gisela Mota, alcaldesa de Temixco, Morelos, quien fue asesinada. Hay muchas mujeres que han sido violentadas y que no se les permite acceder a sus cargos o amenazadas para no llegar.
Gabriela Cuevas (PAN), presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, coincidió en que se ha avanzado, pero no a la velocidad que se necesita para dar mayores espacios a las legisladoras. Lamentó que en los últimos años sólo haya una mujer presidenta del Senado, María de los Ángeles Moreno (PRI).
Por su parte, la senadora Angélica de la Peña (PRD), presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, reconoció que los órganos de dirección de la Cámara Alta, “como el caso de la Junta de Coordinación Política, están integrados casi por puros hombres; nos hace falta formar parte de sus espacios”.
La senadora independiente Martha Tagle coincidió en que todavía hay una falta de representación de mujeres senadoras.