Mauricio salió a caminar con su perro como cada noche. Calcula que había avanzado unos 5 kilómetros de su casa. Y como cada noche, iba ebrio. Sólo que esa ocasión no tuvo suerte, resbaló y cayó al canal de aguas negras que circunda Ixtapaluca, en el Estado de México.
"Me hundí totalmente, todavía consciente floté y rasguñaba la tierra, pero no podía salir. En eso agarré la correa del perro y me aferré a ella. Él jaló para no caer conmigo. Sólo así pude salir. Por supuesto, se me bajó la borrachera. Caminé todo lleno de lodo y llegando a casa fui al baño y le pedí a mi esposa que me echara cubetadas de agua fría. Tenía miedo de pescar una infección", recuerda.
Siguió en el trago por un tiempo. “Juró” un par de ocasiones, sin éxito. Parece difícil que una persona se embriague 2 o 3 veces al día, pero él lo hacía, según cuenta, hasta que su mujer amenazó con abandonarlo y llevarse a sus hijos, algo que a Mauricio le dio mayor temor que sufrir una infección.
Entonces decidió buscar ayuda y dejar la bebida. De eso han pasado 20 años, los mismos que lleva en Alcohólicos Anónimos (A.A.) Sección México. Su experiencia y voluntad forman parte de la campaña que ha emprendido el organismo para advertir sobre los riesgos de este padecimiento.
Con el propósito de reforzar el mensaje, participan en ella profesionales de la salud, quienes informan sobre los trastornos neuronales, físicos y mentales del alcoholismo. Visitan escuelas, centros de trabajo, hospitales y reclusorios. Cualquier lugar donde los invitan a dar charlas.
"No cobramos absolutamente nada y tampoco recibimos ningún tipo de donativo. Nos mantenemos de las contribuciones de nuestros miembros", aclara Carlos, también bebedor en el pasado y “de los duros”.
"A los 21 años ya me habían desahuciado, poco me faltó para llegar al 'escuadrón de la muerte'". Se refiere a los grupos de alcohólicos callejeros que se desprenden de una familia y trabajo para buscar a otros igual que ellos mientras les dé la vida. Porque como en todo escuadrón, hay bajas.
Lo que busca la campaña es tratar de evitarlas. Compartir la enseñanza de que es posible una vida sin alcohol. El método para lograr la cura consiste en 12 pasos, iniciando con el reconocimiento del problema. Algunas claves para identificarlo son: confianza ficticia en uno mismo al embriagarse, a menudo se quiere una copa más, tomar cuando no se planea hacerlo, tratar de controlar la bebida sin éxito, lagunas mentales y sentimiento de culpa.
"Para ser miembro de A.A. es necesario tener el deseo de dejar de beber. La persona que llega tiene la libertad de decidir por sí misma, no se le juzga de ninguna forma, sólo se pretende que tenga la misma oportunidad que todos los miembros hemos tenido", reza la campaña.
Ellos, dicen, no cuentan con fincas de reposo ni lugares de desintoxicación ni albergues, las llamadas “granjas”. Sus aproximadamente 20 mil miembros pertenecen a 2 mil 500 grupos distribuidos en 28 zonas a lo largo del país. No hay milagros ni garantías, la recuperación depende de cada persona.
La ayuda se brinda por igual a mujeres, género que ha experimentado un delicado aumento de cifras en los últimos años, según la información de la que dispone A.A. Sección México. "En la Ciudad de México un total de 2.9 millones de mujeres abusan del alcohol, lo que representa 32% de la población", señala.
El punto es que si bien las damas beben menos que los varones, consumen cantidades mayores, explica el organismo. "Cuando una mujer pasa la barrera social que la protege, tiende a un consumo más severo, lo que la pone en mayor riesgo".
Perder el piso
Rafael presume 21 años de sobriedad, juega futbol y se ve saludable a simple vista. Pero no siempre fue así. En el ejercicio de su profesión, el periodismo, extravió la dignidad. “Me rozaba con políticos, con secretarios de Estado, me sentía un gran influyente creyendo que era igual que ellos. Saludaba de mano al presidente”. Recuerda que cubrió Los Pinos en el sexenio de Salinas y estar allí lo elevaba.
“En todos lados te invitan a comer, a cenar, de viaje, a beber… Y todo es gratis”. Él simplemente aceptaba.
Cierta ocasión en Querétaro, cuando Luis Donaldo Colosio -epd- era dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rafael intentó entrevistarlo junto a otro colega.
“Apenas y podíamos hablar, balbuceábamos. Colosio nada más se nos quedaba viendo como diciendo ‘qué onda con estos’. Estábamos trabados de borrachos, lo cual además del ridículo y la vergüenza, es una afrenta para la profesión”.
Rafael recuerda que los lunes a primera hora pedía incapacidad en el trabajo para curarse la resaca, que se convertía en una nueva borrachera. “Regularmente buscaba jefes alcahuetes que también tomaran para que me cubrieran”, dice.
Hoy esos cómplices son sus compañeros en A.A. Sección México, quienes como él perdieron el piso en algún momento y se sumergieron en aguas negras.
A considerar:
* Se estima que 77% de los hombres consume alcohol, frente a 44% de las mujeres.
* 30% de los accidentes de trabajo y 13% de los traumatismos por caídas, están relacionados con el consumo de alcohol.
* 28% de las ausencias laborales están vinculadas directa o indirectamente con el alcohol.
* Los jóvenes son más susceptibles a la bebida, pero el problema alcanza su punto máximo entre los 30 y los 39 años. Desciende a los 50 años.
* La Organización Mundial de la Salud indicó que de 2003 a 2010, la ingesta de alcohol entre la población mexicana se incrementó de 5.1 a 5.5 litros de líquido puro por persona.