El papa Francisco dijo hoy que no vio en México a familiares de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 porque hubo muchas peticiones de grupos que además estaban "contrapuestos" y con "luchas internas".
El Pontífice ofreció esta explicación sobre la ausencia de un encuentro específico con esas asociaciones a medios internacionales, entre ellos Efe, durante el vuelo de regreso a Roma desde Ciudad Juárez, última etapa de su viaje pastoral a México.
Reconoció que en el caso de los 43 de Ayotzinapa hubo algún intento por parte de grupos de personas que quisieron encontrarse con él "pero eran muchos grupos, incluso contrapuestos y con algunas luchas internas".
"Les dije que les iba a ver a todos en una de las misas", dijo el papa sobre el asunto, que zanjó así en su conversación con la prensa en el avión papal.
Jorge Bergoglio recordó además que ha hecho en su viaje a México "una referencia continua a los asesinatos, la vida que se cobraron las bandas de narcotraficantes y traficantes de personas, a la violencia como una de las llagas que ha sufrido México".
Francisco destacó como cualidad del pueblo mexicano algo que, confesó, "no se puede explicar", en alusión a la capacidad que tiene de festejar pero también de protagonizar en algunos casos verdaderas "tragedias".
Recordó que en Ciudad Juárez, la última etapa de su visita, los narcos habían firmado doce horas de tregua debido a su viaje pero lamentó que después "volverían a luchar entre ellos".
"Es una situación muy difícil de comprender, para mí que soy extranjero, pero la "sociedad mexicana es víctima" de la violencia y del narcotráfico.
"Es un dolor que me llevo muy grande porque México no se merece esto", dijo.
El papa desveló además por quién rezó en solitario durante veinte minutos ante la imagen de la Virgen de Guadalupe: "He pedido por el mundo, por la paz, por muchas cosas. (...) He pedido perdón. He pedido que la Iglesia crezca sana".
"He pedido por el pueblo mexicano y una cosa por la que he pedido mucho es para que los curas sean buenos curas y las monjas buenas monjas y los obispos buenos obispos como lo quiere el señor, por eso he rezado tanto".
"Pero las cosas que un hijo dice a la mamá son secretas", concluyó el papa.