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francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
Hermosillo, Son— A poco más de tres años de haber sido adquirido por el gobierno mexicano el nuevo avión presidencial, que lleva el nombre de José María Morelos y Pavón, inició operaciones al servicio del Presidente de la República.
La aeronave, que tendrá un costo en los próximos 15 años superior a los 6 mil millones de pesos, realizó un vuelo de la Ciudad de México a Hermosillo, Sonora, en un tiempo de dos horas con 10 minutos y por la tarde regresó a la capital del país.
Tras el despegue, el presidente Enrique Peña Nieto mostró personalmente cada uno de los cuatro espacios en que está dividido el Boeing 787.
Afirmó que la aeronave no es propiedad del Presidente de la República, sino del Estado mexicano.
De ser necesario, el avión estará a disposición para apoyar a la población en caso de emergencia, dijo.
Sobre si la aeronave era un regalo para la Fuerza Aérea Mexicana en su 101 aniversario, el mandatario atajó: No es un regalo, es una herramienta de trabajo.
“Esta aeronave se ha adquirido en un proceso de renovación natural una vez que los aviones y helicópteros tienen una vida útil; hemos sido claros y abiertos, es importante que se tenga presente ante muchas imprecisiones y distorsiones que han ocurrido”, destacó Peña Nieto.
Un periodista le comentó que hay quienes dicen que el avión es “un palacete”, y respondió que ello forma parte de la información distorsionada que se ha difundido sobre la aeronave a través de diferentes fuentes.
Recordó que el avión fue adquirido por la pasada administración federal a partir de un exhorto del Congreso de la Unión, apoyado mayoritariamente por las fuerzas políticas, a fin de renovar “una flotilla vieja, antigua, obsoleta y costosa y que mecánicamente representaba riesgos”.
Enfatizó que puso a revisión la posibilidad de que el gobierno vendiera la aeronave, pero que la recomendación técnica fue que significaría una pérdida económica para el Estado mexicano “y un error”.
“Este avión no es propiedad del Presidente —comentó Peña Nieto—, es un avión que utiliza el gobierno de la República, que utiliza el Presidente para cumplir sus tareas dentro y fuera del país”.
Enfatizó que como país democrático se debe considerar que los viajeros frecuentes y permanentes del avión presidencial son los periodistas y que es a través de ellos como la sociedad se entera y conoce de las actividades del Presidente.
Ayer el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, criticó de nueva cuenta la compra del avión en sus redes sociales.
El interior del José María Morelos y Pavón consta de una cabina inicial para 14 personas, tiene enseguida un espacio para 28 asientos, sigue un camarote para uso exclusivo del Presidente, el cual cuenta con un escritorio y un sillón para tres personas, un privado con una cama y una regadera, y en la parte posterior se ubica un área para prensa, seguridad y personal de asistencia, que suman 48 lugares. Sus interiores son similares a los aviones nuevos de cualquier línea comercial.
En total el nuevo avión presidencial cuenta con 80 lugares, 20 más que el Presidente Juárez que ha pasado a ser dentro de la flota aérea presidencial, el TP-02.
Durante el viaje México-Hermosillo-México, el presidente Enrique Peña Nieto entró a la cabina donde viajan periodistas, personal del Estado Mayor Presidencial, miembros de apoyo de la aeronave y sobrecargos en cuatro ocasiones.
En el primer vuelo oficial del nuevo TP-01 (Transporte Presidencial 01), el Presidente de la República estuvo acompañado por los secretarios de Gobernación, de la Defensa Nacional, de Marina Armada de México, de Desarrollo Social y de Comunicaciones, así como del comisionado Nacional de Seguridad y staff de Los Pinos.
El mandatario invitó a los niños Adrián Emiliano Alva Prieto, Jocelyn Castillo Trejo, Ximena Zaralet Ledesma Reyes, Miguel Ángel Téllez Hernández y Luis Fernando Treviño Medellín, alumnos de sexto año de la primaria Mi Patria es Primero.
También fueron invitados Mónica González, Sandra Michelle Torres, entre otros, de primer grado de la Secundaria 34, Eugenia León Puig.