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politica@eluniversal.com.mx
Desde el Estado de México, Héctor Bautista López ha posicionado a Alternativa Democrática Nacional (ADN) como una de las corrientes con mayor peso en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Bautista López tiene una carrera política siempre cargada a la izquierda. Antes de que se fundara el partido perredista en 1989, el militante de origen oaxaqueño ya había sido fundador del Partido Mexicano Socialista (PMS) en 1987 y en ese mismo año fungió como dirigente del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT). Ambos institutos políticos cedieron sus registros para que, en 1989, el PRD se fundara.
A pesar de su bajo perfil, el perredista se ha posicionado en varios cargos desde hace 30 años de carrera política: ha sido presidente municipal, diputado local y federal y senador, entre otros cargos como militante del PRD.
Desde Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, cuando en 2000 era presidente municipal, comenzó la fundación de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN).
Antes, Bautista López creó un primer grupo llamado Movimiento Vida Digna (Movidig), que fue su primera base social en la zona oriente del territorio mexiquense.
Sus más cercanos compañeros de batalla han sido su hermano Víctor Manuel, el ahora senador de la República, Luis Sánchez, y Juan Hugo de la Rosa García. Fue este grupo el que fundó la corriente ADN hace más de 10 años.
Paralelo a su consolidación como la segunda corrientes de mayor peso en el PRD, sólo por detrás de Nueva Izquierda (mejor conocida como Los Chuchos), ADN ha tenido el control perredista en el Estado de México desde hace 14 años.
Recientemente tenía de aliados a la corriente dirigida por Jesús Ortega, Nueva Izquierda o Los Chuchos, que es la expresión de más peso en el partido del sol azteca.
Pero Bautista López, quien se desempeñó como secretario general del partido, no sólo ha sabido hacer negociaciones internas con Los Chuchos, también se ha unido a Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Juvenal Bejarano, en algunos temas como el impulso de Francisco Martínez Neri en la coordinación de la bancada perredista en San Lázaro.