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A quellos que dicen que Agustín Basave es un novato de la política, están equivocados. El recién afiliado al PRD, que consiguió el consenso para ser líder nacional de este partido, tiene una larga carrera en la función pública, incluso desde hace más de 20 años, pero bajo las siglas del PRI.
Aunque el cambio radical de un partido de centro a izquierda fue gradual y bajo un proceso en el que se tomó buen tiempo en trabajos académicos y formación en México y Europa, siempre se ha calificado como un hombre socialdemócrata y cercano a las causas ciudadanas.
Hijo de Agustín Basave Fernández, uno de los humanistas de gran talla en el país, se había mantenido alejado de la función pública casi una década, pero aceptó ser arropado por el PRD como candidato a diputado federal.
Tras ser designado diputado plurinominal en las elecciones del 7 de junio, su camino político no quedó ahí y fue catapultado de inmediato como uno de los personajes más fuertes para dirigir al PRD a nivel nacional.
A pesar de las críticas por ser un militante nuevo en el partido, el 7 de noviembre Basave Benítez consiguió una votación avasalladora y el apoyo de todas las corrientes internas. Tomó las riendas en medio de una crisis que vive aún el partido, ocasionada por nexos de uno de sus alcaldes con el narcotráfico en Guerrero, así como la renuncia de fundadores y personajes importantes, lo que se vio reflejada con una votación pobre en las pasadas elecciones del 7 de junio.
Como él mismo lo describió en una entrevista con EL UNIVERSAL: “Me gané la rifa de un tigre valiente”.
A más de un mes como líder partidista, Basave busca darle una nueva imagen al desgastado PRD, regresar a los orígenes de un partido cercano a la sociedad y con ideales de izquierda.
Sin duda, el reto a modo de examen para el líder perredista, en funciones hasta 2017, serán las elecciones de junio de 2016 en 13 entidades del país. Ya ha viajado a algunos de los estados para reunirse con sus cuadros y para afinar una estrategia electoral.
En los últimos días ha estado concentrado en la política de alianzas electorales. Será amplia, dice Basave Benítez, abierta a partidos de derecha como el PAN y Panal, pero priorizando la unión con partidos y organizaciones de izquierda. Allegado a sus corrientes, les pide unidad.