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politica@eluniversal.com.mx
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) va a impulsar que los terrenos ocupados por el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se conviertan en áreas verdes, para que el Distrito Federal y su zona conurbada cuenten con un nuevo pulmón de aire limpio, afirmó el titular de esa dependencia, Rafael Pacchiano.
A dos semanas de tomar posesión de la Semarnat, Pacchiano Alamán admite que hay muchos usos de suelo, como las universidades y escuelas, que pueden convivir con los parques grandes, destacando que se trata de más de 770 hectáreas que se van a poder reutilizar tras la mudanza de la terminal área, extensión equivalente a dos veces el afamado Central Park, el bosque que se encuentra al interior de la zona urbana de Nueva York, en Estados Unidos.
El secretario del Medio Ambiente agregó que en el gobierno federal existe voluntad de coordinarse con su similar del Distrito Federal para decidir el futuro que van a tener los terrenos del aeropuerto internacional Benito Juárez, una vez que se construya la nueva terminal área en el Estado de México para el año 2018.
Sin embargo, ante los llamados del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, para que se haga una consulta pública sobre el tema, Rafael Pacchiano respondió de manera contundente que los terrenos son de propiedad federal, por lo que corresponde a la administración del presidente Enrique Peña Nieto decir la última palabra.
“Yo creo que se debe hacer una evaluación de fondo de qué es lo que más le conviene a los habitantes de la ciudad de México; insisto, será un procedimiento que llevaremos de manera conjunta con el GDF, pero por supuesto que el gobierno federal tendrá la última palabra de qué se puede hacer o construir ahí”, puntualizó.
En este marco, reconoció que pese a tratarse de terrenos federales todavía no existe la certeza de que se necesite una manifestación de impacto ambiental para definir el futuro de los predios ocupados por el actual aeropuerto, ya que se trata de una zona que había sido impactada anteriormente.
“Se trata de un terreno federal y obviamente se requiere de un visto bueno por parte del gobierno, pero la autorización de impacto ambiental se ve difícil que se emita, porque es un sitio que ya fue previamente impactado, incluso, es un sitio que ha sido remediado en varias ocasiones por derrames de hidrocarburos, pero en lo que se refiere a la pura manifestación de impacto ambiental prácticamente no tendremos mayores facultades”, señaló.
En entrevista con EL UNIVERSAL, añadió que para la construcción del nuevo aeropuerto capitalino, Semarnat prevé reforestar por lo menos 3 mil hectáreas, muchas de las cuales estarán incluidas dentro de los terrenos que ocupa la terminal aérea que va a desaparecer.
“Gran parte de la reforestación que estamos proponiendo, creemos que se debe hacer dentro del predio, a lo mejor no las 700 hectáreas; nosotros creemos que sería algo muy importante para los vecinos de la zona y obviamente un pulmón muy significativo. Puede ser un parque donde haya árboles, pero es un terreno tan grande que puedes construir universidades con un parque y convivir las zonas verdes con muchas otras cosas”, señala el funcionario sobre el proyecto que se analiza.
La amenaza del cambio climático
El funcionario reveló que la Semarnat detectó 319 municipios en territorio nacional que son altamente vulnerables a los fenómenos derivados del cambio climático, como ciclones, huracanes y tormentas tropicales, sin embargo, también en riesgo de sequías graves, particularmente en los estados de Sonora, Durango, Baja California y Yucatán.
Pacchiano Alamán aseguró que los efectos del cambio climático se acentúan debido a que se trata de un país con dos costas vulnerables en el océano Pacífico y el golfo de México, por lo que uno de los programas prioritarios de su gestión será reducir las zonas de riesgo hasta 50%.
No obstante, afirma que le preocupa aún más la incredulidad de la población ante este fenómeno, ya que “ciertos sectores creen que este problema no es real, tachan de alarmistas estos mensajes de preocupación, sobre todo cuando se habla de la vulnerabilidad de las zonas costeras ante la presencia de los fenómenos meteorológicos.
“Las zonas más vulnerables son las que están en zonas más bajas, México, si bien no es un país que emita muchos gases de efecto invernadero, nosotros queremos poner el ejemplo en esta materia, porque sí somos una nación muy vulnerable porque tenemos dos costas, en el Pacífico y en el Atlántico, ya vimos lo que nos pasó en 2013 cuando dos huracanes nos golpearon al mismo tiempo por las dos costas, pero también enfrentamos problemas por sequías”, sentenció el funcionario.
Ante ese escenario, Pacchiano Alamán anunció que México se va a comprometer, en la reunión de la COP, en París, a reducir 22% la producción de gases de efecto invernadero, sin que exista condicionamientos por parte de nuestro país para alcanzar esta meta, la cual podría incrementarse hasta 36%, en caso de que esa cumbre ambiental logre acuerdos para apoyar a las naciones emergentes para disminuir aún más la producción de este tipo de gases.
Otro programa prioritario de la actual administración es la recuperación y conservación de 200 millones de hectáreas de bosques, por lo que se está impulsando la restitución de los daños que han sufrido dichas zonas en los últimos años, mediante la reforestación de un millón de hectáreas con árboles que tengan una capacidad de supervivencia mayor a 70%.
Asimismo, anunció que las manifestaciones de impacto ambiental se van a digitalizar, con la finalidad de reducir la interacción de funcionarios públicos con los particulares que impulsan nuevos proyectos, pero sin que desaparezca la inspección física.
Añadió que por primera vez, desde su creación en los años 90, este trámite será actualizado al igual que la normatividad vigente, por lo que se aplicarán nuevos mecanismos de evaluación a los proyectos que sean presentados y se incluirán nuevas medidas de mitigación para el cuidado del ambiente.
“La manifestación va a dejar de ser un trámite que se hacía de manera física, que realizaban los promoventes ante la propia secretaría, que además generaba una gran cantidad de papelería, pero ahora el promovente se va a ahorrar el viaje a la ciudad de México, va a ser digital y ellos lo podrán realizar desde cualquier computadora, y se va a evitar la interacción con los funcionarios, esto es muy importante en materia de transparencia, porque ya no habrá malentendidos y tampoco algún tipo de arreglo”, sostuvo.
También destacó que las autorizaciones de impacto ambiental representan el primer filtro para las grandes inversiones que deben entrar al país, ya que hasta los bancos e instituciones financieras exigen las autorizaciones en esta materia antes de otorgar un crédito o financiamiento para la construcción de nuevos proyectos productivos, destacando que la Semarnat busca combinar mayor inversión en México con un mínimo de afectaciones al medio ambiente.
En este marco, adelantó que el gobierno federal pretende incrementar el llamado PIB -Verde, del 1% que se tiene actualmente a por lo menos 2.5% del Producto Interno Bruto, cifra que aun así estará por debajo de estándares internacionales que alcanzan hasta 6%.
El secretario aseveró que la reforma energética será uno de los contribuyentes en el sector ambiental, ya que por un lado representa grandes inversiones, pero por el otro va a contribuir con la caída en la producción de gases de efecto invernadero, porque nuestro país tendrá mayor producción de gas natural.
“México depende del combustible asociado con el carbón, pero con la reforma va a tener combustibles más limpios, específicamente gas natural, eso nos va a traer dobles beneficios para que bajemos las emisiones de gases de efecto invernadero, entonces la reforma energética va a beneficiar al medio ambiente en contra de lo que la gente cree, se piensa que vamos a quemar más petróleo y no necesariamente por el tema del gas natural”, afirmó.
Pacchiano Alamán rechaza que su designación al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales sea un pago de cuotas del presidente Enrique Peña Nieto al Partido Verde Ecologista de México, en el que milita desde hace varios años.
En este sentido, afirmó que dará continuidad a la política medioambiental iniciada por el ex secretario Juan José Guerra Abud, también militante del PVEM.
“Sí soy un militante del Partido Verde, pero mi designación es más una cuestión de resultados que una cosa partidista. El secretario Guerra también era militante del partido y fue su coordinador en San Lázaro, pero yo no creo que no sea un tema de partido, es más bien garantizar que la política ambiental pueda llegar a buen término”, concluyó.
jram