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La Iglesia Católica se manifestó a favor de abrir las puertas a los migrantes sirios y expresó que las inquietudes que se desprenden del recibimientos de este sector requiere una coordinación de todos los niveles de gobierno y la suma de esfuerzos con la sociedad civil.
Sin mencionar precisamente a los migrantes sirios, Guillermo Ortiz Mondragón, encargado de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana, expresó que la Iglesia Católica en México se une a la iniciativa de recibir migrantes provenientes de Siria y manifestó su disposición de "participar en esta iniciativa humanitaria".
El también obispo de Cuautitlán comentó que diversas situaciones han despertado la conciencia de muchos países y personas para dar "acogida a los migrantes", en especial aquellos que son son víctimas de la violencia en su país, de la trata de personas, de las esclavitudes laborales.
Destacó que los cuestionamientos derivados de la decisión de recibir a los migrantes como dónde se les alojará o qué se les ofrecerá como alimento, casa y ropa, son inquietudes que deben ser resueltas por una acción de la política nacional, así como una acción coordinada entre todos los niveles de gobierno, para sumar esfuerzos con la sociedad civil.
"Consideramos que para dar respuesta a estas inquietudes se requiere una acción de la Política Nacional, lo cual implica que las leyes, positivas en general en México, se lleven al máximo de su cumplimiento. También es necesaria una acción coordinada entre todos los órganos y niveles de gobierno, y un trabajo conjunto que sume los esfuerzos de la sociedad civil y de las iglesias", expresó el obispo de Cuautitlán.
Detalló que estas acciones son importantes para que "en una plano de corresponsabilidad, gratuidad y apertura, gane la persona, la familia migrante y la nación mexicana", la cual crecerá la "madurez social humanitaria".
Resaltó que la propuesta presentada por el Senado de la República, y la inmediata reacción de la Secretaria de Relaciones Exteriores, es "motivo de esperanza".
"¡Bienvenidos hermanos migrantes! ¡Bienvenida la decisión, si se da, del gobierno de México! La Iglesia Católica que camina en esta gran Nación se une a esta decisión, y expresa su voluntad y disposición de participar en esta iniciativa humanitaria", finalizó el prelado.