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jorge.ramos@eluniversal.com.mx
Al gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, primero le llegó un reloj Cartier de oro. Como lo rechazó, le mejoraron la oferta: un automóvil BMW blindado, modelo 2015.
“Lo vas a necesitar después de que salgas como gobernador”, le aseguró quien ofreció el vehículo, quien pidió a cambio que “le echara la mano” para obtener una notaría pública.
El gobernador interino de Guerrero, Ortega Martínez, cuenta la historia y muestra que en su muñeca trae un reloj, pero no es el Cartier.
—¿Y ningún narco le fue a plantar cara para decirle “oiga bienvenido al Guerrero Rojo”?, se le pregunta al mandatario.
—No, afortunadamente no. Nadie se acercó a mí para plantearme una complicidad con la delincuencia organizada, en otros aspectos sí, y es una oportunidad para decirlo: hubo un reloj Cartier de oro, a cambio de una notaría pública, lo rechacé, desde luego...
—A ver, ¿no lo trae puesto?
—No, jajaja, no, imagínese qué sentido tendría tenerlo guardado, esas cosas no se pueden ocultar, la tentación de lucirlo en algún lugar.
—¿Qué le dijo a la persona que le ofertó el Cartier?
—Que no, que no podía. Y se incrementó la oferta y después llegó un BMW blindado. “A nombre de quien quieras, y lo vas a necesitar después de que salgas como gobernador”, me dijo en ese momento.
—¿Eso no cree que ya se trató de una amenaza?
—Pero no, tampoco se lo acepté. Mejor transparentar y se transparentó la asignación de notarías.