Más Información
“Hay que expropiar a Salinas Pliego” por deudas al SAT, señala Paco Ignacio Taibo II; pide a Sheinbaum ser autocrítica
Tribunal niega libertad provisional a Murillo Karam; magistrados alertan riesgo de que el ex titular de la PGR evada la justicia
Desapariciones en México alcanzan los mil 827 casos primeras semanas de Sheinbaum, revela Registro Nacional; Edomex encabeza listado
Oposición califica el presupuesto 2025 como “un valle de lágrimas”; señalan recortes y errores graves
Lenia Batres destaca que ha dejado de percibir más de 2 mdp; devuelve un millón 181 mil 439 pesos a la Tesorería
Fue un día largo que se fue en un suspiro. Amaneció con lluvia. Una fina cortina de agua mojaba los patios del Instituto Nacional Electoral (INE). El día pasó sin ruido, sin estridencias… la noche cobijó el debate, los números y los resultados.
Los consejeros electorales reflejaban temprano tensión, incertidumbre; conforme pasaron las horas e inició el cierre de las mesas de votación su semblante cambió, se les veía son-reír, satisfechos, en paz, pese a actos de violencia.
Sabían que se trataba de la elección federal más complicada que organizaba el instituto a lo largo de su historia y evolución y que al final la habían logrado. Respiraron hondo.
Con las horas los consejeros monitorearon todo el tiempo —en permanente comunicación con la Secretaría de Gobernación y el gabinete de seguridad nacional—, el desarrollo de los comicios, pero centraron sus ojos en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán.
Al filo de las seis de las tarde, el consejero Marco Baños decía a EL UNIVERSAL que los comicios habían sido un éxito, debido a una enorme participación ciudadana en su organización y ejecución, dejaba claro que los grupos violentos no habían mermado la votación.
El consejero presidente Lorenzo Córdova estaba al pendiente, en todo momento, del desarrollo de los comicios. En las calles, en las mesas, con más de 98% de casillas instaladas, con más de dos millones de personas involucradas en la organización del proceso.
Así, ni los conflictos sociales ni la violencia relacionada con la delincuencia fueron parte central del debate. El futbol, Miguel 'El Piojo' Herrera, el actor Raúl Araiza, una extraña combinación de 24 famosas y futbolistas y el reparto de condones eclipsaron el debate.
Temprano, Fernando Belaunzarán, representante del PRD ante el Consejo General, se enfrascó en un debate cara a cara con Córdova Vianello.
Demandaba se sancionara al Verde Ecologista por una ola de tuits emitidos por famosos, entre ellos futbolistas y actores que llamaban a votar por ese organismo político.
Se sumaron el PAN con Javier Corral, Morena con Horacio Duarte y Movimiento Ciudadano (MC) con Danner González. Carlos Alberto Puente, del PVEM les pedía “no espantarse” de la ciudadanía en las redes sociales, que no se podía acusar a su partido de que esto fuera parte de una estrategia.
MC acusó al PRI de “nadar de muertito” y dejar que su aliado, el PVEM, enfrentara ese debate con gritos y sombrerazos.
Se dieron cifras de participación ciudadana. Para ese momento Córdova ya había anunciado en un mensaje en cadena nacional los primeros números oficiales de la elección.
Con ese mensaje, entonces los números comenzaron a danzar, para la medianoche había conteo rápido y resultados preliminares… los números danzaron. Fue un día largo que se fue en un suspiro.