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Al presidir la homilía del segundo domingo de pascua, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, le recordó a los fieles que hoy se celebra el Día de la caridad, por lo que les pidió que renueven su fe en Cristo y su compromiso de vivir y promover una cultura del servicio en favor de los que menos tienen.
En la catedral metropolitana, el prelado insistió en “despertar” en las nuevas generaciones “el deseo de amar” a través de obras de misericordia y de vivencia de la justicia, enfatizando en el combate a la indiferencia ante diversas situaciones que se viven en el país y que requieren de urgente atención.
“Ahora más que nunca se necesita de nuestra presencia en medio de quienes sufren pobreza, exclusión o violación de sus derechos humanos: migrantes, prisioneros, enfermos sin atención, adultos mayores relegados en sus propios ambientes, desempleados o trabajadores en situaciones precarias, indígenas y trabajadores del campo viviendo bajo esquemas de explotación, jóvenes esclavizados por la droga, mujeres maltratadas, niños que son víctimas de la desintegración familiar o rechazados desde el seno materno, personas y comunidades que han sufrido los embates de desastres naturales o de abusos contra el equilibrio ecológico, la lista es larga. Quienes confiamos en Dios vemos en todo ello oportunidades antiguas y nuevas para salir de nuestra egolatría y decir: ¡Aquí estoy, Señor, envíame!”, expresó Rivera Carrera.
Reiteró que la iglesia y el mundo tienen necesidad de misericordia, “la cual expresa el amor más fuerte que el pecado y que todo el mal en que está envuelto el hombre y su existencia terrena”. Detalló que el amor se transforma en misericordia, y que el perdón es la expresión original del amor cristiano, “la expresión de esa misericordia sin la cual aún las exigencias más fuertes de la justicia humana corren riesgo de ser injustas e inhumanas, como con frecuencia la historia, incluso reciente, nos ha hecho constatar”.
Durante las oraciones, se pidió por todos los venezolanos, “para que encuentren el camino de Cristo que los lleve a la paz y reconciliación entre ellos”, también se elevó una súplica por los niños y los jóvenes “para que experimenten el gozo de Cristo resucitado y lleven esa alegría a los demás”, por último el cardenal Norberto Rivera oró para que todos “ejerzamos la caridad como reparación de nuestros pecados y llevemos el don de la fe a los más necesitados”.
jlcg