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El cardenal George Pell , tesorero del Vaticano , reiteró hoy su inocencia de los cargos de pederastia por los que compareció ante un tribunal en la ciudad australiana de Melbourne .
Escoltado por más de una docena de policías y acompañado por uno de sus abogados, Robert Richter , Pell llegó al edificio de la Magistratura de Melbourne en medio de una multitud de periodistas de todo el mundo y con manifestantes a favor y en contra del cardenal.
Sin hacer declaraciones y vestido con una chaqueta negra y alzacuello, Pell entró en el edificio con temple sereno y paso tranquilo para comparecer en la sala 2, en la que no cupieron todos los reporteros que acudieron a la vista preliminar.
La policía australiana dijo el mes pasado que Pell había sido convocado para enfrentar acusaciones de " crímenes sexuales históricos " por parte de varios querellantes.
Dentro de la sala, Richter dijo en nombre de su cliente que "el cardenal se declara inocente de todos los cargos y mantendrá esa presunta inocencia ", informó el diario The Age.
En una citación que duró solo seis minutos, el tribunal fijó otra audiencia para el 6 de octubre y dijo a los abogados de Pell que recibirían un sumario con los cargos al 8 de septiembre, cuando la Policía deberá entregar a los abogados de Pell todas las pruebas por escrito.
El juez Duncan Reynolds dijo que negaba la solicitud de los medios para ver la hoja con los cargos contra Pell.
Manifestantes a favor del cardenal Pell, algunos rezando el rosario, se personaron en la Magistratura con pancartas en diferentes idiomas, entre las que se podían leer mensajes como "gracias por ayudar a nuestra familia".
Mientras, detractores gritaban que su deber era defender a los niños y sostenían pancartas con frases como "nunca serás tan viejo para ser arrestado por abuso de menores".
Las autoridades aún no han revelado el número de casos de pederastia de los que es acusado e l cardenal australiano ni el periodo en el que presuntamente ocurrieron.
Pell dijo en declaraciones anteriores que esperaba el día en que se presentara en la corte para refutar acusaciones que, aseguró, son falsas. Pell está de licencia de su cargo como ministro de Economía del Vaticano , en el que se desempeña desde 2014.
El papa Francisco ha dicho que no comentará sobre el caso hasta que haya concluido.
QUÉ DICEN LAS PRESUNTAS VÍCTIMAS
Frank Hampster, una de las personas que acusa de abusos sexuales a Pell , dijo a Efe que confía en la justicia australiana y que no cree que el proceso lleve demasiado tiempo, dada la edad del cardenal, 76 años.
Hampster es oriundo de Ballarat , ciudad del estado de Victoria (sureste), donde Pell ejerció como sacerdote entre 1976 y 1986.
La víctima aclaró que no tiene permitido dar detalles de su denuncia hasta que comience el juicio a Pell, aún sin fecha.
Si bien la justicia australiana es hermética a la hora de dar detalles sobre los presuntos abusos sexuales en los que Pell estaría envuelto, diferentes testimonios aseguran que los supuestos casos de pederastia fueron cometidos entre los años 1976 y 2001.
La Policía australiana acusó formalmente al cardenal el pasado 29 de junio y el 10 de julio el cardenal viajó desde Roma a Australia para defender su inocencia.
EL “NÚMERO TRES DEL VATICANO”
George Pell
, considerado " número 3 " del Vaticano , tras el Papa y el secretario de Estado , es el hijo de un anglicano y una devota católica en Ballarat, donde se formó en sus primeros años antes de ingresar en el seminario del Corpus Christi en Victoria .
Amplió sus estudios en Roma y Oxford y, tras varios años como sacerdote en su ciudad natal, fue nombrado arzobispo de Melbourne en 1996 y de Sídney en 2002.
Al año siguiente fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II y en 2014 fue elegido por el papa Francisco prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede .
No es la primera vez que el actual cardenal es acusado de pederastia, ya que en 2002, cuando era arzobispo de Sídney, un hombre aseguró haber sufrido abusos sexuales por él en 1961, cuando tenía 12 años y Pell estaba formándose para ser sacerdote.
Por entonces, las investigaciones exoneraron al religioso.
El cardenal fue el primer dirigente católico en abordar los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia australiana , con la puesta en marcha en 1996 de un programa de compensaciones económicas, aunque recibió críticas por no dar suficiente apoyo a las víctimas.
La entidad religiosa ha pagado unos 209 millones de dólares o unos 184 millones de euros en indemnizaciones a miles de personas que, cuando eran niños, sufrieron abusos por parte de sacerdotes en el país oceánico.
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