El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que su idea de tapiar toda la frontera con México con un muro no va a realizarse ni es necesaria, y que sólo pretende construir “entre mil y mil 500 kilómetros” de los 3 mil 200 que componen el límite entre ambos países.

“No necesitamos 3 mil 218 kilómetros de muro porque tenemos muchas barreras naturales”, indicó el magnate estadounidense en declaraciones durante el vuelo a París que luego difundió la Casa Blanca. “Hay montañas. Hay algunos ríos que son muy caudalosos. Hay áreas que están tan alejadas que ninguna persona cruza por ahí (...) Pero igualmente se van a necesitar entre mil 100 y mil 500 kilómetros [de muro]”, dijo, retractándose de su promesa electoral más significativa, aquella con la que iba a construir un muro “alto y bello” para proteger Estados Unidos de todo lo malo que llegaba desde México.

Hasta ahora, el servicio de fronteras de EU sólo había hecho público que había detectado unos 208 kms. en los que no se iba a construir.

Sobre los “increíbles diseños” del nuevo muro, Trump dijo “no estar bromeando” con la propuesta de que sea hecho con placas solares e incluso aseguró que hay “una buena opción” de que sea así para aprovechar la barrera y generar energía a la vez que se separan físicamente ambos países.

Asimismo, Trump explicó que el muro debería ser “transparente” o al menos permitir que se vea qué hay al otro lado de la frontera, por lo que dejó abierta la opción de que se termine erigiendo un “muro de acero con aperturas”. “Por muy horrible que suene, cuando lanzan grandes sacos de droga por encima [de la valla], y tienes gente al otro lado del muro, y no los ves… pueden golpearte en la cabeza con 60 libras [27 kilos] de material. [Tu vida] Se acabó. Por muy loco que suene, necesitamos transparencia en el muro”, añadió.

La construcción del muro está todavía en una fase primigenia, en análisis de prototipos antes de iniciar la construcción. Se prevé que se empiecen a erigir los primeros modelos piloto a finales del verano y no sería hasta la primavera de 2018 cuando se construiría el primer tramo del muro prometido. En sus declaraciones no detalló quién pagará el muro, a pesar de que su idea sigue siendo que sea México el que reembolse el coste.

De momento, sin embargo, será el contribuyente de EU el que ponga los dólares. El comité de asignaciones presupuestarias de la Cámara de Representantes aprobó esta semana otorgar en 2018 los mil 600 millones de dólares solicitados por la Casa Blanca para ese rubro, lo que augura una batalla presupuestaria en el Congreso.

Trump también opinó sobre el tema migratorio. “Lo que me gustaría hacer sería un plan integral de inmigración. Pero nuestro país y las fuerzas políticas no están aún preparados”, manifestó.

El tema ha regresado a la opinión pública ante el temor de que en septiembre el programa de acción diferida para llegados en la infancia (DACA), que protege de la deportación a jóvenes, pueda eliminarse. Este miércoles, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, reiteró a los congresistas de origen hispano que el gobierno no actuará para defender DACA en los tribunales en caso de que Texas y otros nueve estados cumplan con su amenaza de exigir a través de los tribunales la eliminación del programa, dejando entrever que si el Congreso no llega a un acuerdo o plantea una solución, el programa está en peligro real de desaparecer.

Los legisladores hispanos, todos demócratas, exigieron mantenerlo e hicieron un llamado a la “lucha” para seguir protegiendo a casi 800 jóvenes de la deportación. En el caso del DACA, Trump siempre ha mostrado su “orgullo” por los jóvenes dreamers, aunque todavía no ha hecho nada ni se ha pronunciado.

De momento, el programa sigue activo, a pesar de algunas dudas generadas con la negación de renovación y detención e intento de deportación de algunos dreamers.

En defensa de su hijo. Trump defendió además la decisión de su hijo, Donald Jr., de reunirse con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya el 9 de junio de 2016 en un intento de recaudar información que perjudicara a la entonces candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

“Desde un punto de vista práctico, muchas personas hubieran optado por sostener esa reunión”, dijo Trump. “La política no es el negocio más lindo del mundo”, agregó, al aludir a un presunto sesgo opositor en la investigación contra su hijo.

“Mi hijo es un muchacho fantástico. Aceptó una reunión con una abogada rusa, no una abogada del gobierno ruso. Fue un encuentro breve, fue muy, muy, muy rápido... nada ocurrió en esa reunión, cero salió de la reunión”, insistió el jefe de Estado, quien aseguró que él desconocía que ese encuentro fuera sobre información para atacar a Clinton y se mostró a favor de que Jr. testifique ante el Congreso “si es lo que él quiere”.

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