El liderazgo republicano del Senado de EU. reveló hoy una nueva propuesta sanitaria para derogar y sustituir la actual ley de salud , conocida como Obamacare , sin embargo, de manera inesperada, otros dos conservadores presentaron otra alternativa más al texto, aumentando su división interna.

La medida revisada hecha pública por el líder de la mayoría, Mitch McConnell, incluye cambios destinados a ganar más votos dentro de su propia bancada, encaminados a atraer, sobre todo, a los más conservadores.

Se trata del segundo proyecto que presentan los republicanos en el Senado para cumplir con su gran promesa de acabar con la reforma sanitaria del ex presidente Barack Obama (2009-2017) , después de que se aprobara una primera versión en la Cámara Baja que está muy lejos de convencer a los senadores.

El problema radica en la fuerte división ideológica que vive el partido republicano, además de las presiones que llegan desde la Casa Blanca de Donald Trump , quien pretende aprobar cuanto antes una nueva ley con el objetivo de que ahorre lo suficiente como para justificar un gran recorte fiscal a las rentas más altas.

Los republicanos aseguran que esta versión proporcionaría aproximadamente 70.000 millones de dólares en fondos adicionales que los estados podrían usar para ayudar a reducir las primas de los seguros médicos, mantener bajos los costos y hacer que el cuidado de la salud sea más asequible.

Asimismo, al igual que las versiones anteriores, la ley contempla fuertes recortes a las ayudas para el acceso sanitario a los más pobres, conocido como Medicaid, algo que rechazan radicalmente los senadores más centristas como Rob Portman (Ohio), Shelley Moore Capito (Virginia Occidental) y Lisa Murkowski (Alaska), además de Susan Collins (Maine) y Dean Heller (Nevada).

Algunos de los ultraconservadores se han sumado al texto, al incluirse una enmienda promovida por Ted Cruz (Texas) y Mike Lee (Utah) dirigida a permitir a las aseguradoras ofrecer planes que no cumplan con todas las regulaciones de ObamaCare, incluida la obligación relativa a las enfermedades preexistentes.

Esta opción ha sumado a Cruz y Lee , pero no a Rand Paul , ultraliberal que pretende la derogación completa del Obamacare para que los ciudadanos puedan elegir el plan de seguro que deseen sin imposiciones del estado.

Sumado a estas complicaciones, los senadores republicanos Lyndsey Graham y Bill Cassidy han presentado una propuesta alternativa, que no ha sido consensuada por el resto y que plantea la posibilidad de dejar el destino de los seguros médicos y sus subsidios en manos de los estados.

"Aún tenemos un largo camino por delante. El pleno (del Senado) va a ser un lugar salvaje la próxima semana", concedió el senador republicano por Dakota del Sur, John Thune, en alusión a la previsible pelea interna que va a protagonizar su bancada.

McConnell

ha retrasado tres semanas el comienzo del receso estival para intentar alcanzar un texto que convenza a los republicanos antes del otoño, cómo les ha insistido en numerosas ocasiones el presidente Donald Trump.

El líder republicano no ha descartado, no obstante, tratar de trabajar con los demócratas para poder modificar al menos la actual ley, algo a lo que la oposición ha tendido la mano, siempre y cuando sea con intención de ampliar la atención sanitaria, y no reducir el acceso, como provocarían las propuestas actuales.

Según los estudios independientes de la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre 22 y 24 millones de personas perderían su cobertura de salud en los próximos diez años con las propuestas conservadoras.

"La ley republicana del Trumpcare todavía mina el Medicaid. Los recortes son totalmente draconianos, como en la versión anterior", indicó hoy el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, tras conocer el proyecto.

lrs

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