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En el letal ataque contra una población siria el pasado 4 de abril se usó gas sarín, confirmó el viernes un organismo observador internacional del empleo de armas químicas. El ataque sobre Khan Sheikhoun , en la provincial siria de Idlib, dejó más de 90 muertos, entre ellos mujeres y niños y provocó indignación en el mundo al difundirse las fotos y videos del epílogo, en los que aparecen niños moribundos.
El director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, calificó la agresión de "atrocidad" y dijo que los "autores de este horrible ataque deben rendir cuentas por sus crímenes".
La investigación no informó a los culpables. Un equipo de Naciones Unidas y la OPAQ emplearán las conclusiones del estudio para determinar quiénes fueron los responsables de la masacre.
El Consejo Ejecutivo de la OPAQ se reunirá el 5 de julio para analizar las conclusiones.
El Departamento de Estado en Washington dijo en un comunicado el jueves por la noche, luego de conocer las conclusiones, que "los hechos reflejan una trayectoria vil y altamente peligrosa de empleo de armas químicas por el régimen de Assad".
El presidente Donald Trump mencionó las imágenes de Khan Sheikhoun cuando ordenó un ataque punitivo de misiles crucero a una base aérea controlada por el gobierno sirio desde la cual, según el mando militar estadounidense, se había lanzado el ataque químico.
El presidente sirio Bashar Assad niega haber empleado armas químicas. Su firme aliado, el presidente ruso Vladimir Putin, dijo semanas atrás que el ataque era "una provocación" montada "por gente que quería culpar (a Assad)".
El canciller ruso Serguei Lavrov dijo que el informe, que no fue difundido en su totalidad, no respalda las denuncias de Estados Unidos y sus aliados de que el sarín fue lanzado desde aviones.
El informe "dijo que no estaban seguros de que el sarín hallado ahí fuera lanzado desde el aire en bombas", dijo Lavrov en Moscú. "No saben cómo el sarín fue a parar ahí, pero las tensiones han escalado durante todos estos meses".