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El Parlamento Europeo aprobó hoy una propuesta de ley que permitirá a la Unión Europea ( UE ) avanzar en sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes en cumplimiento del Acuerdo sobre el clima de París .
“Hoy enviamos una señal clara a Donald Trump : Europa es fiel a sus compromisos dentro del acuerdo de París y aprovecha las oportunidades del crecimiento, con o sin Estados Unidos”, afirmó el autor de la iniciativa, el liberal holandés Gerben-Jan Gerbrandy .
Para la eurodiputada Catherine Bearder, la normativa, aprobada por el pleno por 534 votos a favor, 84 en contra y 56 abstenciones, transformará los compromisos de París en acciones concretas.
El reglamento consiste en acelerar el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones bajo la fórmula de un “reparto de esfuerzo”, es decir, será posible distribuir la carga para cumplir los objetivos nacionales vinculantes involucrando a los sectores no cubiertos por el mercado de carbono y que en conjunto representan el 60% de las emisiones, como la agricultura, el transporte, la construcción y la basura. .
De acuerdo con la resolución, la ampliación del abanico de los actores involucrados en la reducción de emisiones favorecerá a los socios europeos con menos ingresos, así como a los que cuenta con zonas agrícolas beneficiadas por el clima.
La Eurocámara también propuso crear un mecanismo que permita premiar a los países pobres (aquellos con un PIB por debajo de la media comunitaria) que estén tomando acciones o tengan previsto hacerlo antes del 2020. Podrían echar mano de hasta el 10% de las ayudas asignadas para el siguiente año si adoptan medidas tempranas.
Para asegurar la planificación a largo plazo, los eurodiputados consideraron fundamental que la UE fije desde ahora a su meta para el 2050, a una reducción del 80% de los gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 2005.
La UE es el tercer emisor de gases de efecto contaminante del mundo, con 3 mil 470 millones de toneladas de dióxido de carbono, tras China y Estados Unidos , que emiten 10,967 millones y 5,172 millones respectivamente.
Los 28 Estados miembros hasta ahora se han comprometido a recortar en conjunto el 40 por ciento de sus emisiones de gases contaminantes en 2030, en comparación con los niveles de 1990. La aportación de cada socio depende su PIB per cápita, y oscila entre el 0% de reducción de emisiones para Bulgaria y el 40% para Luxemburgo y Suecia .
Entre los sectores económicos también hay diferencias en los niveles de ambición. Aquellos incluidos en el sistema europeo de comercio de derechos de emisión (sectores industrial y energético) tienen que recortar un 43%, mientras que los que los que no forman parte de este mercado del carbono, en un 30% (reparto del esfuerzo).
Para su implementación, la resolución de la Eurocámara tiene que recibir el visto bueno de los Estados miembros.
La UE está buscando fórmulas innovadoras para bajar sus emisiones debido que a su sistema de comercio de emisión no aceleró la transición energética como en un principio se pronosticó.
La Comisión Europea falló en sus estimaciones, calculó inicialmente que la tonelada de CO2 costaría unos 30 euros, pero la realidad fue otra, en 2013 bajó hasta los 2.46 euros y en febrero de este año a 5.3 euros. Debido a que resulta barato contaminar, muchas industrias no se han visto obligadas en invertir en tecnologías limpias.
La votación fue realizada tras un debate sobre la decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de la CP21 .
El debate inició con la intervención de la Presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine , y del Ejecutivo comunitario Jean Claude Juncker .
Heine defendió el multilateralismo como la vía para afrontar los retos mundiales, calificando el cambio climático como el principal de todos.
Aseguró que “ante el cambio climático todos somos vulnerables”, aunque su país, es uno de los más vulnerables ante el incremento de la intensidad de los tifones, las sequías y el aumento del nivel del mar.
“No permitiremos que la negación de unos pocos sea el fin de los días de las Islas Marshall (…) Estamos decepcionados y lamentamos esa decisión. Pero el abandono de París por parte de la administración estadounidense no significará el fin del Acuerdo”, sostuvo el luxemburgués Juncker.
Durante las intervenciones, diversos eurodiputados calificaron de “alocada”, “absurda” y “retrógrada” la decisión de Trump y advirtieron que llevará a su país al precipicio, ya que una economía basada en el cemento y el carbono ahuyenta la innovación tecnológica.
Apostaron por continuar con la descarbonización de las empresas, actuar con firmeza ante dumping ambiental de EU y colaborar con los 30 estados de la Unión Americana que han condenado la conducta de Trump.
“Si queremos que el acuerdo de París sea más que un mal recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue, es hora de comprometerse a lo grande y dar un salto de gigante en los objetivos europeos”, aseguró el eurodiputado socialista Blanco López.
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