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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instó a Emmanuel Macron el lunes a reducir el gasto público de Francia cuando llegue al poder, juzgando que su nivel actual era insostenible a largo plazo.
"Nos enfrentamos con Francia a un problema particular, los franceses gastan demasiado dinero y gastan en mal lugar", declaró a la prensa en Berlín Juncker, al día siguiente de que el centrista proeuropeo fuese elegido para la presidencia de Francia.
"Los franceses dedican entre el 53% y el 57% de su Producto Interior Bruto en sus presupuestos públicos, dado el nivel relativamente alto de la deuda, esto no puede funcionar a largo plazo", añadió Juncker.
"Corresponde también a los franceses hacer un gesto hacia los otros" llevando a cabo las reformas necesarias, dijo.
Las declaraciones se produjeron días antes de que la Comisión Europea publique, el jueves, sus previsiones económicas de primavera para los países de la UE, seguidas, el 17 de mayor, de recomendaciones.
Francia está presionada para que respete las reglas europeas del déficit público, según las cuales este no debe superar el 3% del PIB.
Según las previsiones del ejecutivo europeo de este invierno, Francia cumplirá por poco su compromiso este año, con un déficit público del 2,9%, tras -3,3% en 2016. Pero su déficit subiría de nuevo al 3,1% el año que viene.
El presidente electo francés ha previsto en su programa una disminución del gasto público de 60 mil millones de euros en cinco años, a través, entre otras medidas, de la supresión de 120 mil puestos de funcionarios.
Pero, al mismo tiempo, pidió a Europa que se reforme y que no se centre únicamente en cuestiones presupuestarias.
Jean-Claude Juncker, que viajó a Berlín para la presentación de un libro del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, manifestó sus reservas acerca del proyecto de Emmanuel Macron de instituir un ministro de Finanzas de la eurozona.
"Eso augura una gestación muy difícil pues todos los Estados de la zona euro no están de acuerdo en que alguien instalado en Bruselas o en otra parte decida, por encima de los parlamentos nacionales, la manera en que deben hacerse los presupuestos", avisó Juncker.