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La Arena Manchester es el lugar de los grandes eventos en la ciudad inglesa de Manchester, en el oeste de Inglaterra.
Se trata de uno de los estadios cubiertos más grandes de Europa en el que anoche la joven cantante estadounidense Ariana Grande ofrecía uno de los conciertos de su gira Dangerous Woman.
El público estaba integrado, en su mayoría, por adolescentes: niños y niñas de 12 años que iban a su primer concierto, y grupos de jovenes.
Al final del concierto, cuando sus miles de seguidores se disponían a dejar la Arena, después de que Ariana les regalara una última canción, una explosión puso final a la fiesta.
En un principio todo fue confusión. Se hablaba de explosiones, de disparos y de un accidente, pero conforme pasaron las horas los peores temores se confirmaron.
“Definitivamente fue una bomba. Definitivamente fue en la entrada (…) Nosotros estábamos arriba de las escaleras [dentro de la Arena] y los vidrios explotaron, fue cerca de donde se venden los recuerdos”, relató a la BBC Radio Manchester, Emma Johnson, una mujer que estaba con su esposo esperando a que sus hijos adolescentes salieran del concierto.
“Todo el edificio se estremeció. Hubo una explosión y después un flamazo. Nosotros, obviamente, corrimos y tratamos de encontrar a nuestros hijos quienes, afortunadamente para nosotros, estaban a salvo para contarlo”, agregó Johnson.
“Fue como estar en una película de guerra”, dijo también a la BBC un hombre que se identificó sólo como Andy, quien también estaba esperando el fin del concierto para recoger a su esposa y su hija.
Relató que la explosión lo tiró al piso y cuando pudo levantarse vio muchos cuerpos a su alrededor. “No puedo decir si entre ellos había muertos, pero se veían como muertos. Estaban cubiertos de sangre y algunos estaban seriamente heridos”.
Otra testigo fue Tori, quien estaba en el concierto con su hermana menor, de 12 años, y relató a BBC Radio Manchester que ambas salían de la Arena cuando escuchó la detonación y mucha gente empezó a correr.
“Agarré a mi hermana por la cabeza y nos refugiamos debajo de unas sillas porque podía ver a cientos de chicas corriendo por las escaleras y no había salida. Llamé a mi novio y le dije: ‘No sé qué hacer’ y él me dijo: ‘Trata de salir lo más rápido que puedas’”, relató.
Agregó que cuando llegaron al vestíbulo había humo por todos lados y olía a gas.
De acuerdo con el concejal de la ciudad, Pat Karney, la Arena era un blanco muy fácil porque, en el momento de la explosión, estaba lleno de gente joven “disfrutando de un concierto musical y nadie consideraba que algo así podría pasar.
“Todos en la ciudad están sorprendidos, hemos visto que algunos [de los heridos] son muy jóvenes, nuestros pensamientos son obviamente con sus familias”, agregó.
Por la noche, Charlotte Campbell, madre de familia, hablaba con CNN para decir —entre lágrimas— que aún no encontraba a su hija de 15 años, de nombre Olivia, quien había ido al concierto con otras amigas.
“Son niños inocentes que no han hecho nada malo”, lamentaba Charlotte.