El presidente estadounidense Donald Trump amenazó ayer al destituido director del FBI, James Comey, de que no haga filtraciones a los medios, lo que alentó las acusaciones de que está tratando de acallar a quien encabezaba la investigación de una posible colusión entre Rusia y su campaña electoral.
“James Comey ruega que no haya grabaciones de nuestras conversaciones antes de que empieces a filtrar contenidos a la prensa”, tuiteó Trump, quien despidió al funcionario el martes pasado. Al ser cuestionado sobre el sentido de la amenaza, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, se limitó a declarar: “El presidente no tiene nada que agregar”.
Medios estadounidenses aludieron a la posibilidad de que el gobierno tenga grabaciones de las conversaciones de Trump con Comey y que podría difundirlas para refutar la versión de su despido que pueda dar el ex titular del FBI. El mandatario desató aún más suspicacias porque en más de una ocasión señaló que Comey le confirmó en tres ocasiones que él, personalmente, no es investigado por el FBI por la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 que le favoreció a él en detrimento de su rival, Hillary Clinton.
Para empeorar la situación, medios como CNN y The New York Times aseguraron Trump le exigió a Comey en enero le jurara lealtad a él, a lo que el funcionario se negó, diciendo que él debía lealtad a la Constitución de EU, pero que le prometía que siempre sería “honesto” con él.
El mandatario negó ayer haber hecho tal petición a Comey. “No, no lo hice”, dijo en entrevista con Fox News, aunque acto seguido agregó que “no creo que fuera una mala pregunta que hacer. Creo que la lealtad al país, la lealtad a EU, es importante. Todo depende de cómo definas la lealtad”. Insistió en que “lo único que quiero es que Comey sea honesto, y espero que lo sea”.
Comey rechazó la invitación de los líderes de del Comité de Inteligencia del Senado de EU para testificar la próxima semana. Además, fuentes cercanas al ex director del FBI aseguraron ayer a la cadena CNN que él “no está preocupado” por la existencia de grabaciones de sus conversaciones con Trump. “Si hay una cinta, no hay nada de qué preocuparse”, aseguró la fuente a CNN. El portal de filtraciones WikiLeaks ofreció 100 mil dólares por las posibles “cintas” de las conversaciones entre Trump y Comey.
Arremete contra la prensa. Furioso con la prensa por criticar las confusas razones tras el despido de Comey, Trump tuiteó que “¿Quizá lo mejor sería cancelar todas las futuras conferencias de prensa y distribuir respuestas escritas en beneficio de la rigurosidad?”. Argumentó que es un “presidente muy activo” y sus portavoces no pueden “colocarse en el podio [y hablar] con total rigurosidad”. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca respondió que “las conferencias” son vitales “para que los periodistas hagan preguntas a funcionarios en los niveles más altos del gobierno”.