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Dos terremotos consecutivos causaron grietas el sábado en pequeños edificios de una localidad turística al sur de Manila, espantando a los turistas y haciendo que un hospital sacara a sus pacientes a la calle por temor a las réplicas.
En la tarde del sábado se registró un sismo de magnitud 5.6, seguido poco después por otro de magnitud 6 cerca de la localidad de Mabini, en la provincia de Batangas, según sismólogos filipinos. No había reportes inmediatos de heridos.
Los temblores se sintieron en las provincias cercanas y en Manila, la capital, donde la gente salió corriendo de edificios y hoteles en pánico cuando tembló la tierra.
Filipinas se encuentra en el "Anillo de fuego" del Pacífico, donde los terremotos y erupciones volcánicas son habituales.
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