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La elección presidencial de hoy se prevé como una de las más reñidas de la historia reciente de Francia, con una carrera extremadamente ajustada entre cuatro de los once candidatos y un alto nivel de indecisión de los votantes. De hecho la cuarta parte de los electores se declaran indecisos y se prevé una abstención alta.
Sin embargo, para Adrien Cottinet, ciudadano francés y experto en negocios internacionales, la elección se presenta “como algo excitante” ante un panorama en el que partidos que han tenido gran presencia por muchos años en Francia, como el republicano y el socialista, "están perdiendo fuerza" y están dando paso a nuevas opciones.
"FRANCIA BUSCA UN CAMBIO"
“Es lo mismo que está pasando en América, la gente ya quiere un cambio”, por eso Marine Le Pen, candidata de ultraderecha cuya retórica se aleja bastante de la del actual gobierno del socialista Francois Hollande, es una de las favoritas “ella representa un cambio, aunque este no sea concretamente el mejor”, explica Cottinet en entrevista para EL UNIVERSAL.
Marine Le Pen ha llevado al partido de ultraderecha Frente Nacional de un estatus marginal al centro de la atención política francesa, y se ha convertido en una verdadera aspirante a ser la primera mujer presidenta de Francia y líder de extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial.
Es conocida por su radical postura antiinmigración y euroescéptica que ofrece políticas proteccionistas para cuidar a los trabajadores franceses de la globalización.
Los sondeos han mostrado consistentemente a Le Pen como una de las favoritas para superar la primera ronda del 23 de abril y disputar la segunda vuelta del 7 de mayo.
Por otro lado, el experto señala que “la gente está harta. Quieren a alguien que no pertenezca al mismo círculo político de siempre, por eso que Emmanuel Macron ha ganado tanta popularidad”, a pesar de no tener experiencia en cargos de elección popular.
"Ni de izquierda ni de derecha", Macron era desconocido para la mayoría de la gente hasta hace tres años. El galo de 39 años, que podría convertirse en el jefe de Estado más joven de Francia desde Napoleón, está a favor de permanecer en la Unión Europea y de conservar la política de recibir refugiados.
Además, señala Adrien Cottinet, “la gente busca un giro en la forma de hacer las cosas en Francia, por eso ha gustado otro candidato cuya popularidad en esta contienda ha sido inesperada: Jean-Luc Mélenchon”, de extrema izquierda de 65 años se dice “enemigo de la oligarquía” y es apoyado por los comunistas.
Al igual que Le Pen, Melenchon es miembro del Parlamento Europeo, pero no es admirador de la dirección adoptada por la Unión Europea. La pobreza y un débil crecimiento económico, según él, son el resultado de una economía liberal y una alergia al gasto para reducir el déficit, de la cual culpa a la Alemania de la canciller Angela Merkel.
Melenchon asegura que gastando mucho y elevando los salarios del sector público, la economía francesa crecerá más rápido y reducirá la tasa de desempleo del 10 al 6% al finalizar de su mandato en 2022, estimulando los ingresos tributarios para el Estado y los servicios sociales.
FRANCIA ANTE EUROPA Y EL MUNDO
Para Cottinet, la mejor opción para Francia sería Melenchón, pues su visión promete buscar el bienestar de los ciudadanos, reducir el desempleo, combatir la pobreza y mejorar los servicios y programas públicos; sin embargo, señala, la parte negativa del candidato de extrema izquierda es que, como Le Pen, propone una ruptura con la UE, la OTAN y el libre comercio, elementos que han definido a Francia en el último medio siglo.
El especialista señala que Macron también podría ser una opción interesante pues, “Francia necesita ir un poco hacia la derecha, pero conservando su prosperidad".
El promedio del votante francés, asegura Cottinet, es gente con cierto nivel de estudios a la que le “agrada” la globalización y los negocios, por eso, “aunque necesitamos cambiar muchas cosas, no nos podemos ir de la Unión Europea”.
Las elecciones francesas podrían entonces verse como un nuevo capítulo de un movimiento global que empezó en junio de 2016 con el Brexit y continuó con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre del mismo año.
FRANCIA FRENTE AL TERRORISMO
Sobre el papel que ha jugado la amenaza terrorista y los recientes ataques extremistas en el país – incluyendo el ocurrido hace sólo unos días en los Campos Elíseos- Cottinet apunta que “todos los ataques pasados han jugado un rol importante para mover las preferencias en la elección”.
Sin embargo, señala que “es imposible prevenir e impedir cada ataque y más aún pensar que prohibir o restringir la entrada a extranjeros va a ayudar a lograrlo. No hay nada que se pueda hacer para asegurarse por completo de que no habrá un nuevo ataque”.
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